Opinion

"We built this city on rock and roll" . Starship.

Supongo que es otra de las consecuencias del TLC y desgraciadamente tuvo efectos directos en la generación a la que pertenezco. Procedo a explicar: soy de esas personas que nacieron en el DF a finales de los 70; como nuestros padres anhelaban pertenecer al primer mundo, se nos inculcó casi a manera de "valor" aborrecer esta ciudad, percibirla con indiferencia, hacer mofa de sus carencias y vivir con el anhelo de mudarnos a cualquier otro sitio donde, según esto, la vida es mejor.

Lo último que deseo es que estas líneas terminen cediendo a una tentación populista o que parezcan panfleto de promoción turística, pero esta tarde me siento obligado a escribir (con un poco de penita generacional) la siguiente frase: amo esta ciudad.

Aprendí a amarla a bordo de un automóvil (para quienes no lo sepan en esta ciudad casi se vive en el interior de uno, ya sea particular o del servicio de transporte público). Como todo romance, éste posee también su banda sonora.

Me enamoré del centro de Xochimilco escuchando El Club de los Beatles por Radio Capital; era entonces un romance infantil protagonizado por mi versión de niño gordo con uniforme azul y un gusto excesivo por los refrescos de limón. Mi ciudad y yo compartíamos la tarde escuchando también el programa que seguía: Rock a la Rolling.

Otra escena de cariño tuvo como escenario el Anillo Periférico (a la altura del actual centro comercial Gran Sur) y de fondo se escuchaba un autopromocional navideño de WFM.

Esa misma estación estaba puesta en el Tsuru color vino, en el que besé por primera vez a una chamaca. Sonaba "Don`t cry", de Guns n` Roses, y las llantas del vehículo nos acercaban al mercado de flores de San Fernando.

Dial FM viajó conmigo hasta el Palacio de los Deportes, donde presencié mi primer concierto de verdad: uno de los cinco que Metallica hizo aquí con su gira del disco negro.

Cada vez que paso por el tramo de Viaducto que conecta con la salida a la calle de Nuevo León, recuerdo la primera vez que escuché "You know you`re right", de Nirvana, en el radio.

Escuché parte de la última transmisión de Radioactivo en Polanco, en la calle de Emilio Castelar, se estaba haciendo de noche y el tráfico se encontraba en ebullición total.

¿Cómo aborrecer esta ciudad?

¿Cómo ignorarla en tardes como ésta cuando se llena de luz?

¿Cómo dejar de sentir emoción por el recién nacido que nos permitirá seguir viviendo este romance en las calles repletas de automóviles?

Bienvenida Reactor 105.