Opinion

Un pedazo de luna en el bolsillo es el mejor amuleto que la pata de conejo: sirve para encontrar a quien se ama, y para alejar a los médicos y las clínicas...

Josefina Vázquez Mota se dio a la tarea de citar, para fiesta, a sus amigos, que por lo visto la noche del sábado son muchos. Y no vaya a mal pensar: no encontrará una factura a nombre de la Sedesol, se encargó, digamos, de autofinanciarsela a través de su sueldo.

Veintitrés mesas para 10 personas en el Salón Los Espejos del Deportivo del Estado Mayor Presidencial. En el control de la entrada, un militar pedía nombres. Había una lista de personas acreditadas y ya adentro, el orden de las mesas no se respetó tanto. Ahí había de todo: colaboradores y familiares (sus papás y hermanos); compañeros del gabinete y uno que otro periodista y escritor. Parecía un espacio donde todo estaba olvidado, por lo menos por el momento: ni la sucesión adelantada, ni nada. Sólo plática y claro, después, baile y hasta mariachis.

La festejada estaba reluciente. Iba de mesa en mesa abrazando a todos. Con su cabello engominado hacia atrás, detenido tras las orejas y un vestido que desafiaba el frío de la noche: escotado y con brillos dorados, zapatos del mismo color, con tacones.

Se le veía feliz y ella misma bromeaba al respecto que sí, estaba más feliz que una "quinceañera".

La mesa más divertida, como siempre, en la que estaban Felipe Calderón y Margarita Zavala. Estaban sentados con Germán Dehesa y Adriana Landeros, y Sergio Sarmiento y su pareja que huyeron, discretamente después de la cena, enfundados en sus respectivas chamarras de cuero.

Un poco menos alejados del centro, como para observar, una mesa con distintos personajes de Gobernación: Eduardo Medina Mora, Maria Amparo Casar y también Armando Salinas Torre, "El Charro", el nuevo subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos, una suerte de subsecretaría molotov sobre todo en estos tiempos de debate de las píldoras del otro día que tanto han provocado reacciones airadas de parte de la Iglesia católica.

En una de las mesas más al centro, algunos integrantes del gabinetazo con sus esposas: Julio Frenk, Eduardo Sojo, Fernando Canales Clariond. También el arzobispo de la Iglesia ortodoxa, Antonio Chedraui y Felipe González, gobernador de Aguascalientes y su homólogo de Guerrero, René Juárez Cisneros.

El otro gobernador presente estaba en una mesa mucho más atrás: Marcelo de los Santos, de San Luis Potosí, pero fue el que se quedó más tiempo y no dudó en acercarse a la pista de baile.

Ángela de Clariond estaba en su mero mole: le encanta platicar con todo el mundo y hacer planes para seguir colaborando con la Sedesol; Felicia, la diminuta esposa de Julio Frenk, una académica respetada a la que él define como su "colega" además de pareja, comentaba con su acento extranjero las presiones a las que se ha visto sometido su esposo...

Todos los días lo excomunican. ¡Y él es judío! decía con los ojos abiertos.

Excomulgan, excomulgan? alguien le dijo. Pero el error es común por la traducción: excommunicate, en inglés.

María Teresa Herrera Tello, con su esposo estaba sentada también en una mesa que llamaba la atención. Estaba Ramón Muñoz y su esposa, pero más que el poderoso asesor presidencial, encargado de la Oficina para la Innovación Gubernamental que recibía personas con las que platicar quien causaba mucho gusto ver, por primera vez en público después de muchos meses, Margarita White, la esposa de Francisco Gil Díaz.

Resultaba una sorpresa verla, guapa, sonriente, perfectamente arreglada y caminando con un discreto bastón después de todo lo que ha pasado: un derrame cerebral que hizo que volviera a empezar en muchos sentidos. Desde moverse, pues.

Ahora sonriente, le quitaba importancia al libro que planea escribir con la secretaria Vásquez Mota en la que contaría su historia, la lucha para salir adelante en estos últimos siete años...

¡Contaremos puros chismes! decía sonriente White, una mujer prototipo de la elegancia que tiene sus clínicas de belleza, junto a su esposo, quien aunque su fuente a veces no lo entienda, también tiene un sentido del humor a veces difícil de identificar a primera vista por lo negro...

Más para allá, cerca de la pista, el verde Bernardo de la Garza con su esposa. Juan Ignacio Zavala platicaba con todos? hasta con los panistas. Leticia Navarro, ex secretaria de Turismo (que ahora trabaja en DHL) sentada sonriente y luego bailadora con una mesa de ONG`s.

Después de la cena (ensalada con queso de cabra, pasta con champignones y carne con verduras y pastel con helado ) la pista de baile se abrió nada menos que a ritmo de Timbiriche y poco después Menudo.

Y así, al ritmo de "Hoy tengo que decirte Papá"o "Ven, Claridad" los secretarios salieron a la pista. Vaya ritmazo de la festejada. Le armaron un círculo y ella bailó, desinhibida al centro con Eduardo Sastré y con su esposo, claro, Sergio? Margarita Zavala decía que ésa música era la mera suya. Aunque sin mucho ritmo contrario a su esposa Canales Clariond también se movia de lado a lado. Muy bien sincronizados los esposos Sojo.

¿Se quedaría Ramón Muñoz en la mesa? Para nada. Él le entró a YMCA, la clásica de los Village People y también luego disco y hasta esa que dice "Soy sexy, sexy".

Germán Dehesa no se levantaba de su mesa, aunque sí bailaba desde ahí. Le tuvieron que pedir, desde el escenario, que se lanzara. Y todos a la pista. "La vida es un carnaval", de Celia Cruz no ameritaba menos. La pista se llenó.

Eran la 1:30 de la mañana? y todavía faltaba que llegaran los mariachis.

Y hasta el próximo madrazo...

Fue durante su programa"Aló Presidente", que tiene todos los sábados sin horario determinado. Hugo Chávez recibió nada menos que a Don King.

¿Será que le iba a dar una clases de golpes y no necesariamente de Estado?

Vea nada más lo que dijo el estadounidense de Chávez...

Es un presidente del pueblo, para el pueblo, y hecho por el pueblo, y tu magia está en tus lazos con la gente.

Chávez lo reconoció como un "luchador de muchos años".

Al término del programa se dijeron "hermanos".

Se reunieron también el fin de semana en Morelia, Michoacán. Los perredistas del país convocados, bajo la anfitronía de Lázaro Cárdenas Batel, debatían planeando el futuro? sin resolver el presente.

¿Cómo? Pues sí: se reunieron todos los gobernadores (menos Leonel Cota y Andrés Manuel López Obrador), los legisladores y alcaldes para ver qué postura tendrán en la próxima Convención Nacional Hacendaria que iniciará el próximo jueves en Querétaro, cómo recabar más dinero para los gobiernos, mientras ellos, como partido, tienen, digamos, serios problemas de cash, un verdadero rosario de deudas (¿o no le parece serio un pago, este año, de 155 millones de pesos que deja sólo 60 para hacer 14 campañas locales, incluyendo 10 gubernaturas?).

Pero bueno, eso flotaba en el ambiente. Cosa de otro día. Ellos veían al futuro y qué bueno. Se pusieron a trabajar: llevarán 75 propuestas fiscales, entre las que, siempre sí, aceptan entrar al debate del IVA. Otra: incorporar a la famosa "economía informal" (léase ambulantes") al buen camino del impuesto; poner al día el registro público de la propiedad y también gravar las herencias (¿también las malditas?).

También se trató el rechazo a las alianzas con el PAN (ya ve, tiene razón Madrazo, son "contranatura" o los perredistas siguen siendo primos hermanos de los priístas) salvo en casos "excepcionales" como Chihuahua y Oaxaca.

katiushka@prodigy.net