nubes
Lunes 08 de diciembre de 2003
La fractura hacia el interior del PRI es apenas una expresión más del difícil tránsito de nuestra accidentada democracia. Mientras tanto, una tardía ratificación del gobernador del Banxico se ilumina con algunas luces del sector de las telecomunicaciones
Lo que se vive al interior del PRI no debe sorprender a nadie. Un matrimonio mal avenido, de intereses y no de afinidades, como el de Madrazo y Elba Esther , no podía haber terminado en otra cosa. La diferencia es que mientras los de Elba estaban por "el sí" los de Madrazo están por "el no". Claro, la limitante que se argumenta una y otra vez por los de rancio cuño es que los documentos oficiales del partido y sus asambleas les impiden ir adelante con las reformas estructurales porque sería tanto como traicionar a las bases.
Igualito le hicieron cuando impusieron sus absurdos candados a los que, a su decir, constituían una indeseable clase de tecnócratas insensibles que habían usurpado un poder cuya legitimidad residía en otra parte. Ahí están las consecuencias. Mientras denostan a Zedillo y a los suyos, la sociedad y la comunidad internacional les reconocen prestigio y valor. Al tiempo.
Si piensan, en fin, que al remover a la maestra y a su equipo habrán terminado con el conflicto interno están en un error. Madrazo ha confundido su papel de Presidente del partido con el de precandidato a la Presidencia de la República. Ello le genera un conflicto natural y permanente que le impedirá la imparcialidad, objetividad y serenidad requeridas en la conducción del partido.
Elba Esther, por su parte, excedió los límites de su capacidad política personal y confundió su papel de coordinadora con el de jefa. La respuesta no se hizo esperar y las consecuencias ahí quedan. No serán sólo para el partido, lamentablemente. El país entero espera sensatez y madurez de los actores políticos para que se logren, por fin, los acuerdos necesarios para las reformas y las decisiones de Estado. Todo lo demás es circo. Y malo por cierto.
Tuvo que llegar a penalties el presidente Fox antes de formalizar su propuesta de ratificar a Guillermo Ortiz al frente del Banco de México. Bien por la decisión. Mal por la tardanza. Las presiones absurdas para que no procediera su permanencia finalmente fracasaron. La estabilidad financiera, monetaria y de precios en el país está primero. Y así fue. Paco y Guillermo podrán no ser indispensables. Pero tampoco abundan sustitutos.
Con razón el presidente Fox dice que "tenemos un país maravilloso". En el encarte que se distribuyó con los principales periódicos del país denominado "A la mitad del camino", insiste en afirmar que, para el 2001, había más de 10 millones de usuarios de Internet. Peor aún. Ahora resulta que, para el 31 de diciembre próximo tendremos 12 millones 250 mil usuarios con acceso a la red. El único prurito aquí es que la fuente de esa información es el propio tercer informe de gobierno, mismo que fue severamente cuestionado por reportar un extraordinario brinco en las cuentas oficiales. La metodología nunca se aclaró y la danza de los números sigue.
Asimismo, en ese documento se dice que en "la presente administración" el número de usuarios de telefonía celular creció en casi 100%. Como si fuera una gracia. Sin siquiera meter las manos, esa tendencia venía desde atrás y, seguramente, continuará. Es tanto como si mencionaran que el número de algodones de azúcar vendidos en Chapultepec se incrementó en "la presente administración". Sí, es el país maravilloso.
Entre el 10 y el 12 de diciembre próximo se llevará a cabo la Cumbre mundial sobre la Sociedad de la Información, en Ginebra, Suiza. Tuvo que venir un punto de acuerdo el pasado 29 de octubre, en el Senado de la República, para que las secretarías de Relaciones Exteriores y de Comunicaciones y Transportes explicaran la manera en que se venía conformando la posición de México para dicha cumbre. Fue así que hasta el 24 de noviembre se solicitó a los posibles interesados en el tema el que remitieran sus comentarios, a más tardar, el 1 de diciembre, o sea, en una semana. No se sabe qué hicieron con esos comentarios.
Ya comentaremos sobre la sustancia del asunto. Lo que no es válido es que el mismo se documente como si fuera la posición de un gobierno y no de un Estado. Esta administración termina su gestión en tres años y la sociedad de la información es un tema, por lo menos, para los próximos 50.
Por cierto, mientras que en ese texto oficial se defiende el que "todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión", algunos funcionarios federales actúan frente a la crítica, exactamente, en el sentido opuesto. Congruencia pura.
Jaime Chico Pardo , director general de Telmex, anunció que en el 2004 hará inversiones por un monto cercano a los mil 700 millones de dólares, es decir, un 54% más que lo realizado en el presente año. Es una buena señal, con todo y la ausencia de reformas, respecto de la reactivación económica esperada. Así, con reinversiones crecientes en México y congelamientos de tarifas, las cosas pintan mejor para el sector el próximo año.
Otra compañía que dio de qué hablar es Alestra. Ya terminó la reestructuración de su deuda, la redujo en 200 millones de dólares y la reprogramó para el 2010. Así, después de 18 meses, la empresa está de vuelta en la cancha y con una visión mucho más orientada a nichos del mercado de datos. Dará mucho de qué hablar.
El autor es Presidente del Instituto del Derecho de las Telecomunicaciones, A.C.
javierlozano@jlamx.com
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