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Agenda Alternativa | Javier Lozano



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Lunes 29 de septiembre de 2003

Teléfono descompuesto

Entre anuncios espectaculares que no llegan a ningún lado y con desplegados que anuncian logros ajenos con dinero de los contribuyentes, transcurre una administración que nos dice que "México va por buen camino"

De veras no se entienden las políticas de comunicación, de rendición de cuentas y de transparencia de este gobierno. Al menos en el sector de las telecomunicaciones. Miren ustedes.

Empecemos por recordar que hace casi un mes, al rendir su tercer informe de gobierno, el Presidente dijo, textualmente, lo siguiente: "No obstante que hay un consenso cada vez más amplio (sic) sobre el carácter primordial de las reformas estructurales, éstos han sido años de reformas postergadas: la del Estado, la hacendaria, la energética, la de telecomunicaciones y la laboral".

Tiene razón el Presidente al hacer este recuento de reformas deseadas y no concebidas. Tiene razón en recordarnos que cada vez son más las voces que reclaman la concreción de acuerdos para alcanzarlas. Pero en lo que definitivamente no tiene razón nuestro primer mandatario es en lamentar un hecho del que él ha sido en buena parte causante y no por su acción sino por su omisión.

Hasta donde se sabe, es la hora en que el Ejecutivo Federal no ha presentado la más mínima iniciativa de reforma legal en materia de telecomunicaciones. De hecho, no se conoce un solo pronunciamiento público sobre ninguno de los temas torales de discusión de dicha reforma, ni del primer mandatario ni del Secretario de Comunicaciones y Transportes Pedro Cerisola. Hablar de que el país necesita tales reformas sin fijar una posición al respecto es tanto como pedir que sean los demás quienes resuelvan un problema que ni se alcanza a identificar bien ni mucho menos se sabe cómo atacarlo y resolverlo.

¿O acaso sabemos qué piensan las autoridades del sector en cuanto al régimen de inversión extranjera? ¿Han respaldado la postura de la Comisión Federal de Competencia en cuanto al tema de la dominancia de Telmex? ¿Qué piensan sobre la desagregación de la red local? ¿Han expresado sus razones para rechazar la portabilidad de número? ¿Han generado las iniciativas ante el Congreso para reforzar la estructura y funciones de Cofetel?

Más aún. La última vez que se vio juntos a los legisladores con el Subsecretario Álvarez Hoth fue el 30 de mayo del año pasado, cuando en teoría habían acordado un anteproyecto de ley satisfactorio para todos y que, a la postre, se convirtió en una iniciativa que fragmentó a la Conferencia Parlamentaria y rompió los pocos puentes de comunicación que quedaban entre el Ejecutivo y el legislativo en esa materia. Antes de ello vino la iniciativa Camposeco-Orozco y poco después la de Sánchez Campuzano-Cervantes. Ninguna de las tres alcanzó siquiera a ser dictaminada en comisiones y, en todo ese trance, no se vio la operación política del Ejecutivo para lograr acuerdos.

De ahí la sorpresa de escuchar y de leer, una y otra vez, ese párrafo en el discurso presidencial al rendir su informe de gobierno y que nadie sabe, bien a bien, de dónde salió. No pudo ser de la SCT porque ellos mismos fueron parte del fallido intento. No pudo provenir de la Secretaría de Gobernación porque, en el enlace legislativo, bien sabían que no se habían construido los puentes necesarios para articular una reforma en común. ¿De dónde salió pues esa mención?

Menos se entiende este hecho si se toma en cuenta que, apenas unos días después y al definir con precisión las prioridades de la agenda legislativa de la presidencia de la república para el primer periodo de sesiones de la LVIX legislatura, nos encontramos con un total de 33 iniciativas que el Ejecutivo pretende impulsar, de las cuales seis son nuevas leyes y las 27 restantes se refieren a reformas legales. En ninguna de ellas se menciona, siquiera, la palabra telecomunicaciones. No habrá iniciativas para reformar la ley vigente; ni para impulsar una nueva ley, como había sido la intención, ni tampoco para eliminar el absurdo impuesto especial sobre servicios de telecomunicaciones.

Ahora les va una de comunicación social. En un desplegado publicado en plana entera en los principales periódicos del país, se da cuenta de una serie de logros alcanzados en el sector comunicaciones y transportes en lo que va de la presente administración. Dicha publicación tiene como título "México va por buen camino". Ahí, entre otros conceptos se presenta una gráfica llena de números ilegibles, en la que se señala que "en la presente administración, el número de nuevos usuarios de telefonía móvil ha aumentado casi el 100%".

Ahora resulta que el hecho de que haya más celulares en operación es un logro "de la presente administración". ¿Nos podrían explicar por qué? ¿Qué pieza regulatoria o qué decisión se ha tomado como para presumir ese dato estadístico como un logro de "la presente administración"? ¿Qué ya olvidaron que la inercia exponencial de crecimiento en esa industria se viene dando desde mucho antes, concretamente desde la introducción de la modalidad "el que llama paga"?

En pocas palabras. Si Cofetel hubiera resuelto la interconexión para el envío de mensajes cortos (SMS) entre redes; si hubiera acordado la modalidad "el que llama paga" a nivel nacional; si hubiera echado a andar la portabilidad de número para que el usuario conserve su número telefónico aunque cambie de compañía de telefonía móvil, entre otras medidas, entonces sí podrían colgarse esa medalla como logro propio. Pero eso de andarse caravaneando con sombrero ajeno con desplegados que cuestan un dineral y que pagamos los contribuyentes, no parece ser, precisamente, una política de comunicación atinada.

¿Y saben cómo termina el desplegado? Dice: "Poniendo a México al día y a la vanguardia".

*Presidente del Instituto del Derecho de Telecomunicaciones.

javierlozano@jlamx.com



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