Domingo 02 de enero de 2000
En el museo "Rufino Tamayo" se presenta la exposición ?El mejor de los mundos imposibles? del caricaturista, ilustrador, pintor y escritor Abel Quezada.
Abel Quezada nació en Monterrey, NL, en 1920, y murió en Cuernavaca, Morelos, en 1991. En una entrevista declaró: ?Ya no voy a hacer más cartones. Dejaré de hacer cartones igual que hace muchos años dejé de hacer historietas. He trabajado mucho, demasiado. Más de 50 años en el mismo oficio. Dentro del periodismo no he hecho otra cosa. El humor fue mi recurso. El más importante medio que pude utilizar para comunicarme con la gente. Jamás hice un chiste. El humor está en todas partes menos en los chistes. El humor es apenas un medio. Tan solo un toque. Un grano de sal en una idea. en la exposición de una idea. Pienso que es mejor irse vivo que muerto. Entero, bien, en el más amplio sentido de la palabra. Pleno de facultades. Tengo ideas y podría publicar cuanto quisiera. Pero quiero irme antes de que sea demasiado tarde. Yo me quiero ir como se fue Rodolfo Gaona, quien jamás volvió a torear... pero nunca dejó de ser torero!? Para los que ya lo conocemos es una vez más entrar en su mundo, que es el de los mexicanos. Para los jóvenes que no tuvieron contacto con su obra es una oportunidad para sabe r qué hizo y quién era Abel Quezada.
En sus trabajos plasmó la vida de México, la vida política-social. Dibujó el sistema que regía durante muchos aconteceres, muchos años; ?El Mexicano? como él lo percibió, dibujó al campesino, al banquero, al mariachi, al hombre de negocios, a los ricos, a los delincuentes, a los ilusos, al derrochador, al coqueto, al astuto, al marro, a quien era en ese momento el oportuno de ?La Ciudad?; nos mostró en sus dibujos miles de situaciones y sucesos de nuestra ciudad, precisamente el Distrito Federal. Si observamos las fechas de algunos cartones que datan de principios de los años 50, Abel Quezada no plasma el neblumo ni habla de lo mal que tratamos a la naturaleza, ni de la cantidad de pobladores de la urbe capitalina; es después, ya en los años 80, cuando nos enseña el daño que el hombre ha ocasionado. Si ponemos atención a sus escritos en los cartones, veremos cuantas verdades dice y cuantas críticas atinadas nos mostró. ?El Cine?, que de este tema entendía, el artista cuenta que durante muchos fines de semana cuando era adolescente temprano y recorría como interno en colegios de Monterrey, Chihuahua y Parral, acudía ávido a las funciones de cine. Una película que recordaría toda su vida, protagonizada por Ramón Novarro y Magda Evans, era ?Amores de estudiante?, y recuerda a Greta Garbo como su amor callado e imposible. Del cine sacó en sus historietas a muchos de sus personajes como Rayo Veloz (1951).
En la muestra está parte de la obra pictórica de Quezada, ésta se tendrá que ver como algo que al autor le gustaba hacer y no tomarlo como una labor caricaturesca. Uno podría preguntarse si se trata del género naif , pero teniendo en algunas obras buen dibujo esto queda a discusión. Pero son obras que sí tienen una carga pesada hacia ese estilo. Candor y gracia es lo que invade estos óleos. Si nos detenemos a ver sin prisa, podríase decir que las dividiremos en temas: las parejas, los paisajes, figuras de hombres solos y figuras de mujeres solas pasando; momentos a la mesa, en los toros y alguna naturaleza muerta. Son cerca de 40 óleos sobre tela. Uno más lindo que otro.
El mismo Quezada estaba en contra de estar encasillado en uno u otro estilo, no le gustaba la idea de que su pintura perteneciera a ninguno.
El ambiente en las obras es de gente de provincia, los personajes casi todos visten trajes de épocas pasadas (no necesariamente porque fueron realizadas en un pasado remoto, al contrario, fueron obras que datan entre 1952 y 1990); decíamos que los atuendos y peinados de las damas, sobre todo ellas, tienen un sello de los años 40.
El pueblo Comales es el sitio ideal, todo el mundo tiene quehacer. ?México saliendo de la crisis? (1988) se llama el cuadro, se trata de un paisaje de colinas a lo lejos, todo estuvo cultivado y suceden varias cosas a la vez. Es cuestión de verlo con calma y detenimiento para poder gozarlo, mide 1.60 x 3.20 metros. Y pertenece a la familia Quezada. Es una fantasía del autor de cómo imaginó el campo y la vida rural mexicana, una fábula donde plasmó sus ideales y su imaginación voló hasta ver colmados sus sueños sobre el lienzo.
Una escena en la playa es ?El bombardeo de Odessa? (1976), a lo lejos se ven los buques bombardeando a otros y en medio de esta escena está el mar azul en calma y en primer plano los bañistas, un pequeño muelle para atracar y los niños lo usan de trampolín, un guardavidas con binoculares mirando a lontananza. Los sucesos en la playa son idílicos y casi ingenuos, los bañistas portan trajes de los años 30, hay niños jugando con pelota, un pesista cargando sendas pesas en las manos. El vendedor de golosinas, con playera, sombrero y tirantes al frente de su puesto repleto de algo que da la sensación de frescura. Los colores son como los que usaría un estudiante de sexto año de primaria, y la ambientación se antoja.
No pierdan la oportunidad de visitar la muestra y llevar a los chicos.


