nubes
Sábado 11 de mayo de 2002
Paco Rojas: combustible adulterado.
Pemex lo involucra en investigación.
Niega su familia nexos con cabecilla.
Comandantes y agentes de la Federal Preventiva, de la Federal de Caminos, policías estatales y municipales, pero sobre todo funcionarios y trabajadores de Petróleos Mexicanos han conformado, junto con sedicentes familiares de directivos de la paraestatal, una muy bien organizada entidad delictiva dedicada a la compra, venta, distribución y robo de combustibles, lo mismo que a su criminal y peligrosa adulteración.
De acuerdo con una nota informativa marcada como confidencial dirigida por los investigadores de Pemex a su superior, el general de brigada diplomado de Estado Mayor Arturo Galindo Romero, en el enorme fraude a Petróleos Mexicanos y a los consumidores de sus productos estarían implicados "familiares del ex director general Francisco Rojas Gutiérrez". No obstante, a pregunta expresa de este escribidor, la familia Rojas Gutiérrez asegura no tener nexos y ni siquiera conocer a Sebastián Rojas Gutiérrez y a Martín Rojas López a quienes se ubica como "cabecillas visibles" de la organización criminal, quienes se ostentan como hermano y sobrino del también senador Carlos Rojas Gutiérrez. Prolijo en datos y nombres, el informe fechado hace un mes, el 10 de abril de 2002, parte de una denuncia presentada por el ingeniero Alejandro Maldonado Rosales, representante legal de la Compañía Distribuidora "A" de productos Combustibles Maldonado Olvera, el 28 de septiembre de 2001, ante la Gerencia Comercial Zona Centro Pemex-Refinación en el que señala que tanto algunas estaciones de servicio como clientes de Pemex están comercializando productos llamados combustibles alternos, aditivos o productos para mezcla. Diecinueve días después de presentada esta denuncia, el 16 de octubre de 2001 se solicitó a la Unidad de Servicios de Protección Seguridad (USPS), del propio Pemex, su intervención. Acto seguido, la USPS ordena, a través de la coordinación operativa al departamento local de San Martín Texmelucan, Puebla, la investigación correspondiente.
A partir del 4 de abril de 2002 se amplia la investigación y se encuentra lo siguiente:
El denunciante, ingeniero Maldonado Rosales, informa al personal de la USPS sobre la visita constante de individuos que tratan de venderle gasolina y diesel de dudosa procedencia y cita a una de ellas a sus oficinas, realizándose el seguimiento de la información. Se presenta José Luis García Fernández, quien dijo pertenecer a la empresa Energéticos Alternos del Norte, sucursal Puebla, ofreciendo vender, por autotanques, gasolina, diesel y diesel-gasolina a un precio de 35 centavos menos por litro que el diesel común y el combustible a un peso menos por litro del costo normal, así como productos químicos para su mezcla. Vía telefónica se comunicó además Rodolfo Soriano Bravo, quien le hizo el mismo ofrecimiento de productos y combustibles. Con los datos obtenidos de la entrevista, miembros de la USPS realizan seguimiento de la información. A través de recibos telefónicos y registro vehicular aparecen los nombres de José Luis García Fernández, quien en realidad se llaman Juan Víctor García Ojeda, no existiendo la empresa que representa. Rodolfo Soriano Bravo trabaja para la compañía Aceites y Combustibles Industriales (ACISA), cuyo representante es Carlos Lois Lloren`s. Éste, Carlos Lois Lloren`s, además representa a las empresas Transportes Rojas y Aditivos y Combustibles (ACSA), así como a Aceites y Combustibles Industriales (ACISA), cuyo propietario es Martín Rojas López, hijo de Sebastián Rojas Gutiérrez. Se identifica a la estación de servicio 03327.
A lo largo de la investigación surgen más nombres: María Soriano Bravo, Mauricio Bravo Huerta y Servando Bravo Huerta, parientes de Rodolfo Soriano Bravo y cuyos números telefónicos aparecen como de la supuesta empresa Energéticos Alternos del Norte, que dicen representar en Puebla. Eduardo Rodríguez Jiménez, propietario del inmueble cuyo teléfono aparece cual de la empresa anteriormente mencionada en la capital poblana. Alfredo Gómez Sánchez, quien representa a la empresa Químicos y Combustibles, en Cosoleacaque, Veracruz. José Luis Márquez Cuevas, propietario del número telefónico de la empresa Energéticos Alternos del Norte, en Puebla. Pánfilo Lira Castillo, quien trabaja para las empresas Lubricantes y Combustibles Industriales y Comercializadora de Petroquímicos Básicos, en Reynosa, Tamaulipas. Francisco Ulises Ramos Rivera o Ramos Rodríguez, quien representa a la Compañía Nacional de Combustible, también en Cosoleacaque. Sebastián Rojas Gutiérrez, representante legal de las empresas de Reynosa, Tamaulipas. Martín Rojas López, propietario de las empresas Transporte Rojas, ACISA y ACSA, en Puebla. Jorge Velázquez Ching, director general de Combustibles de Emergencia del Sureste y Fuel Energy de México, en Coatzacoalcos. Carlos Gamboa Taboada, propietario de Grupo Industrial San Isidro, en Poza Rica. Y Carlos Prado Puente, encargado de control y ventas de la empresa Compañía Nacional de Combustibles.
En San Antonio Acuamanala, Tlaxcala, se realiza una visita a la estación de servicio 03327, de la que se obtiene que Miguel Ángel Cuatepitzi Juárez es administrador de la gasolinera, ubicada en el kilómetro 16+392 de la carretera que une a Santa Ana Chiautempan con la capital de Puebla. Se señalan dos propietarios de la gasolinera: Rosario Cuatepitzi Juárez, tío del administrador y agente del Ministerio Público Federal Delegación Tlaxcala, y a Eleazar Cuatepitzi Juárez, padre del administrador Éste informa que ha recibido llamadas telefónicas ofreciéndosele combustible de dudosa procedencia, pero no menciona ningún nombre. Asimismo, se detectó en la estadística de consumos por clientes y producto, proporcionada por el área comercial de la terminal de Almacenamiento y de Refinados, en Puebla, que dicha estación de servicio presenta, de enero de 2000 a noviembre de 2001, una marcada diferencia en la compra de gasolina magna y diesel.
Al mismo tiempo, los investigadores de Pemex encuentran el depósito de combustible de las empresas que representa Carlos Lois Lloren`s, Transporte Rojas, ACSA y ACISA, en el rancho Las Ánimas, ubicado en Amozoc, Puebla.
Y en la Angelópolis también se ubican los supuestos domicilios, tanto particulares como fiscales, de las personas y empresas anteriormente citadas: Juan Víctor García Ojeda, Prolongación Sauces 2704 02, conjunto El Oasis. Rodolfo Soriano Bravo, Calle 44 Poniente 1908-10, colonia Cleotilde Torres. Eduardo Rodríguez Jiménez, avenida La Pedrera 1919. Aceites y Combustibles Industriales (ACISA) y Transportes Rojas, Calle 37 Poniente 2724, colonia Benito Juárez. Energéticos Alternos del Norte, Calle 2 Norte 1603, Centro. Este domicilio está registrado a nombre de José Luis Márquez Cuevas.
Al trasladarse los investigadores a Poza Rica, en Veracruz, ubican el presunto domicilio de Carlos Lois Lloren`s mismo que al ser investigado es habitado por familiares de Martín Rojas López, hijo de Sebastián Rojas Gutiérrez, quien se dice hermano de Francisco Rojas Gutiérrez, ex director general de Pemex. Éste se localiza en el bulevar Adolfo Ruiz Cortines 1930, de la colonia Manuel Ávila Camacho.
Se establece, entonces, que Martín Rojas López es el director general y propietario de las empresas ACSA, ACISA, Combustible del Norte y Transportes Rojas y que adquiere solvente "L", de la Terminal de Recibo y Distribución de Gas de esa zona. Por otro lado, se detectó que Carlos Gamboa Taboada, propietario del Grupo Industrial San Isidro se dedica en Poza Rica y en el puerto de Veracruz, a la distribución de combustibles alternos, siendo uno de sus clientes el Hospital General 24 del IMSS, al que le factura el producto como Diesel Sin, por lo que de inmediato se solicitó a la delegación jurídica que interpusiera denuncia al respecto en contra de los subordinados de Santiago Levy, claro, pero también en contra de quienes en Pemex se hacen cómplices.
Pero, más aún, la investigación llega a Reynosa, Tamaulipas, y ahí se detecta que Sebastián Rojas Gutiérrez es el representante legal de Lubricantes y Combustibles Industriales y de Comercializadora de Petroquímicos Básicos, que también ofrecen productos adulterados a los concesionarios de Pemex, de acuerdo al informe confidencial rendido al general Arturo Galindo Romero.
Llevados a Cadereyta, Nuevo León, los investigadores entrevistaron a Alfredo Gómez Arévalo o Sánchez, quien dijo representar a la empresa Químicos y Combustible Industriales. Éste informó de la existencia de la empresa SEMAC, señalándola como la que elabora diferentes tipo de aceites y gasolinas, comercializándolos a un precio inferior al de Pemex. De la calidad, mejor ni hablar. Menor, también, a la ya de por sí mala que vende la paraestatal.
Los investigadores de Pemex, empero, no ubicaron a SEMAC por la zona donde supuestamente se localiza, en las afueras Cadereyta, rumbo a Monterrey.
El mismo Gómez Arévalo señaló conocer a Víctor García Ojeda (Puebla, Puebla), quien "a veces trae la gasolina y el diesel desde Tula, Hidalgo, donde se encuentra un depósito de SEMAC. Asimismo, que tiene conocimiento de que las empresas Energéticos Alternos del Norte, Transportes Rojas y Aceites Combustibles Industriales comercializan combustible obtenido de tomas clandestinas (de los ductos de Petróleos Mexicanos), pero que "éstas empresas y sus dueños están protegidos por influyentes políticos del PRI, como Francisco Rojas Gutiérrez, ex director general de Pemex".
Finalmente, las pesquisas de los integrantes de la USPS reportadas al general Galindo Romero, llegaron a Cosoleacaque, Veracruz. Ahí, Francisco Ulises Ramos Rivera o Ramos Rodríguez es quien representa a la Compañía Nacional de Combustible, cuyo domicilio ubica en calle Juan Borja 321-2, en la colonia Estero del Pantano.
Se descubrió que la citada empresa fue distribuidor genérico de Pemex Refinación, y cuyos propietarios eran los hermanos Jorge Montero Viveros y Rafael Eduardo Montero Viveros. El asesor comercial de la Terminal de Almacenamiento y Distribución de Minatitlán, Veracruz, René Zambrano Pita, informó que a dicha empresa se le ha iniciado procedimiento de rescisión de contrato y se encuentra suspendida la venta de productos desde el mes de febrero del año en curso.
Al realizar visita al domicilio de la empresa, Carlos Prado Puente, encargado de control y ventas de la misma, señaló que Francisco Ulises Ramos había sido despedido por pretender introducir diesel marino, sin aportar la documentación correspondiente. Por otro lado, Ulises Ramos también era representante de la empresa Transporte y Distribuidora del Sur (Tradisur), con domicilio en avenida Revolución 1010B, en Coatzacoalcos, filial de la empresa Combustibles de Emergencia del Sureste, cuyo director general es Jorge Velásquez Ching. Esta compañía se encuentra en la misma situación de rescisión de contrato.
Al respecto, existe nota periodística del 4 de abril de 2002, publicada en EL UNIVERSAL, en la que se denuncia a Jorge Velásquez Ching y a la compañía que representa, como dedicadas a la venta clandestina de carburantes.
De esta última empresa se tiene noticia que junto con Fuel Energy de México se dedicaban a la venta de producto importado de Estado Unidos denominado aceite mineral en sustitución de diesel.
En la mayoría de los casos, los vendedores de combustibles adulterados y/o robados, así como de productos químicos para mezcla, señalan que cuentan con el apoyo de los comandantes de los distintos cuerpos policiales, principalmente de la Policía Federal de Caminos y de la Policía Federal Preventiva.
pacorodriguez@journalist.com
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