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La Voz Invitada | Poli Délano



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Martes 16 de noviembre de 1999

Poli Délano

Santander, ?El Extensionista?


No lo recuerdo con exactitud, pero debe haber sido hacia 1980 que el ?Coco? Martínez, un actor teatral argentino exiliado de la dictadura de Videla, me presentó en Cuernavaca a Felipe Santander. No tardamos en hacer buenas migas y la amistad ha perdurado en el tiempo, Teníamos varios denominadores comunes: los dos escribíamos (él, teatro) y habíamos recibido el Premio Casa de las Américas, ambos vivíamos un periodo de madura soltería, habitábamos casas cercanas (yo en Cuernavaca, él en Ocotepec, saliendo hacia Tepoztlán) y éramos más o menos de la misma edad en una época que no nos hacia recordar a cada rato que una cosa es ?Los tres mosqueteros? y otra ?Veinte años después?. Además, nos aficionamos bastante al billar y ambos resultamos especialmente malos para las carambolas.

Algunos amigos de Santander le habían puesto como sobrenombre ?El Extensionista?, ya que así se llamaba la obra con que ganó el premio cubano y que en México se estuvo exhibiendo durante diez años (1978-1988), hasta completar más de 3 mil funciones. En una ocasión, le escuché en su casa la lectura de una obra que estaba en su proceso final, afinando últimos detalles. Se hallaban también presentes algunos escritores muy jóvenes, de mi taller de narrativa, y dos o tres actores del viejo conjunto Moscatones. La pieza se titulaba ?Los dos hermanos?, generada por la patética historia de Juan Luis y José Manuel que cuenta aquel viejo corrido sobre ?dos hermanos muy buenos que tuvieron que pelear?.

Felipe Santander ha sido siempre una especie de ?agitador? teatral. Donde sea que llegue, surgirá algún conjunto dramático y se implementará muy pronto una sala para representaciones. Hacen apenas un par de semanas, desde su cargo de cónsul cultural mexicano en San Antonio, Texas, organizó el primer Festival Internacional de Teatro en esa ciudad, todo un acontecimiento que, por supuesto, como ocurre con los festivales que se llevan a cabo vía inteligencia y pasión, promete repetirse y perfeccionarse año a año. Seguramente será el caso.

Desde luego que a pesar de su tarea y sus esfuerzos como impulsor de la actividad teatral, Santander no ha soltado nunca la pluma. El 4 de octubre se estrenó, en inglés, su obra ?El hombre del traje verde? que, al igual que ?MéxicoUSA?, estrenada en Cuernavaca en 1990, trata temáticas relacionadas con el narcotráfico.

El escritor lleva algunos años viviendo en San Antonio, pero añora su país y su casa de Ocotepec, con la mesa de billar. El año pasado me encontré con él y Guadalupe, su esposa actriz, en un puente peatonal de Monterrey. Era fin de semana y habían decidido respirara un poco de México.

El viernes anterior me llamó por teléfono en Santiago. Venía por unos días, con Guadalupe. Por la noche nos juntamos a cenar con algunos escritores santiaguinos y el sábado quise invitarlos a mi pueblo al balneario de Cartagena, del que muy a menudo le hablaba a mis amigos en aquellos años de Cuernavaca. El día estuvo radiante, la amistad y los mariscos, de primera.



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