Domingo 26 de agosto de 2001
El espectáculo cómico de muchos meses lo ha protagonizado en Monterrey Felipe de Jesús Mendívil Ibarra. Con la seguridad de que su compadre, vecino inmediato y amigo, Jesús Antonio Delgadillo Meza (a) "Toño Mentiras", había corrompido a la policía municipal de San Pedro para que le mataran, emprendió la huida de su casa en dos camionetas blindadas. Una la manejaba él; la otra su hijo, un menor de 14 años, Felipe Carlos. Desde las 17:00 hasta las 21:00 horas, durante 240 minutos, Felipe de Jesús creyó que su compadre y vecino, Toño Delgadillo, lo iba a matar. Y por eso salió huyendo de su hogar en San Pedro, con una pesada carga a cuestas: casi siete millones de dólares en efectivo y muchos millones de pesos más en joyas de la señora: Olga Patricia Gastélum Escobar. Puro Tierra Blanca, Culiacán, Sinaloa. Algunos indicios señalan que ella es pariente de Adalberto Valdemar Escobar Barraza, gente de primer nivel en la organización de "El Chapo" Guzmán. Pero otros indican hacia la dirección del "Mayo" Zambada; hasta ahora uno de los Intocables. Por cierto, uno de los Barraza fue detenido cerca de Culiacán hace unas horas. Nada más llevaba pistolas (.38 Súper). Nada de polvo blanco, al decir del parte policiaco.
¡ Siete millones de dólares en efectivo! Y otro tanto más en joyas. Y con todo eso en la cajuela del auto, a Felipe de Jesús Mendívil Ibarra se le quebró la cabeza. Su compadre y vecino Toño lo quería matar. No habló para consultar a su socio en Monterrey, Pedro Ibarra Meza (nada que ver con su vecino y compadre Delgadillo Meza). Simplemente se "apanicó" y salió huyendo con algunos dólares en la cajuela del auto. No te apaniques, Felipe. Tu compadre Toño no quiere matar a nadie; menos a ti. Si eso sucediera se enojaría el "Mayo", quien no desea calentar ningún lugar. Menos el progresista y avanzado Monterrey, donde viven a gusto las familias de los Arellano Félix, los Guzmán, y todos aquellos que desean disfrutar de una elevada "calidad de vida", al decir del señor gobernador y la señora procuradora de esa entidad federativa. Como antes Guadalajara; con el antecedente de que a Monterrey, hace más de una década, se le conocía como la Pequeña Bogotá. De tanto colombiano por la calle. Ya cambiaron las condiciones; los colombianos ya no son indispensables. Ahora los importantes son los familiares de los capos mexicanos. Todo evoluciona. Sobre todo en el municipio de San Pedro.
Con este episodio queda comprobado que no hay nada más frágil que el cerebro de un ser humano: salir a la calle con millones de dólares en la cajuela, protegidos por unos inocentes niños, suena a demasiada locura. Así se va a enojar uno de los verdaderos dueños de la plaza de Monterrey, Arturo Beltrán (a) "El Mochomo", otra gente de Culiacán. Pues hay que decirlo sin recato alguno: lo que debe protegerse (desde los tiempos de Miguel Félix Gallardo y la Dirección Federal de Seguridad) es el eje Culiacán-Monterrey. No importan los nombres; lo esencial es la operación de ese eje: Culiacán-Monterrey. Leopoldo Sánchez Celis es, en ese sentido, todo un adelantado: él y el profesor Hank. La mercancía podría venir de Tabasco o Chiapas, o luego de Quintana Roo o Yucatán, pero para llegar a Texas tendría que pasar por Tamaulipas, Coahuila o Nuevo León. Como para llegar a California tendrá que pasar por Sonora y, sobre todo, por Baja California. Son las reglas invisibles de la narcoeconomía y la narcogeografía; reglas inviolables, pesadas. Eso es lo que entendieron hace décadas Sánchez Celis y su socio admirable, el profesor Hank. De ahí que dedicaran tanto tiempo a ordenar (darle orden) a ese tráfico; hasta sin saber en aquellos días de los años sesenta que habría otro tráfico más complicado y confuso: el de los dólares, producto de las operaciones exitosas. ¿Un ejemplo? Este mismo: salir a la calle en dos camionetas blindadas con siete millones de dólares en efectivo en la cajuela, y algunas joyas de la esposa de Felipe de Jesús Mendívil, la señora Olga Patricia Gastélum Escobar. Con valor estimado en 75 millones de pesos.
Pero si esto fue lo cómico, lo trágico, terrible, fue el asesinato de una madre y sus tres niñas. Un criminal estadounidense (se sabe ahora nació en California) vinculado a robo de autos y al narcotráfico les dispara a sus propias hijas (tres: de 13 años, de 10 y, la mas pequeña, de 9). Mata a las inocentes niñas y a su madre, y deja sus cuerpos abandonados cerca de Zapopan, Jalisco. ¿Qué tenía en la cabeza este hombre, cuando disparó contra sus hijas y la madre? ¿Mucho coraje, desesperación? ¿Qué tenía en el cerebro este hombre, domiciliado en Bronwsville, Texas, Benito Mar, cuando disparó contra María Aurora Caraveo y las niñas, tres, sus hijas? Estaba furioso, enloquecido. ¿Por que? ¿Qué le llevo a ese estado mental? Es un delincuente con muchos antecedentes, pero, ¿de dónde nace este odio infernal que le lleva a matar a balazos a sus hijas pequeñas? ¿Nada más porque la esposa le había demandado ante una corte de Texas para que entregara dinero y así cumplir con sus obligaciones primarias como padre? ¿Nada más por eso?
Por ahí anda Benito Martín Mar, nacido el 6 de noviembre de 1965, de cerca de 1.78 metros de estatura, con alrededor de 75 kilos, pelo negro y ojos color café, con licencia de Texas número 31138973. Ya mató a tres de sus hijas y a la madre de ellas, de esas inocentes niñas. Hasta tiene credencial permanente de elector; así afirma, es mexicano. De Matamoros, Tamaulipas. De ese tamaño: un californiano, vicioso, asesino, quiere presentarse como tamaulipeco. Gracias a nuestra propia corrupción, la cual le permite obtener una credencial permanente de elector. Le habrá costado 10 o 100 dólares. Qué basura.
Siete millones de dólares en efectivo en la cajuela del auto; tres niñas asesinadas a balazos, ¿para castigar a la madre? ¿Quién puede evitar esto? Nadie; absolutamente nadie. Ningún gobierno; ni el mejor gobierno del mundo. Esto es comprensible. Nadie, ninguno, puede decir que esto es resultado de nada, de acciones u omisiones del gobierno. Un hombre se sintió amenazado por su compadre y vecino, y salió huyendo con su dinero y joyas en la cajuela. Otro hombre mató en forma bestial, como un chacal, a sus niñas. ¿Qué tiene que ver el gobierno con esto? Aparentemente nada. Pero sí tiene que ver con el después del hecho: ¿Felipe Mendívil tiene relaciones con el "Mayo" Zambada o con "El Chapo" Guzmán?
Hay que aclararlo, con toda precisión, le guste o no al gobierno panista de Nuevo León. Ahora se dice que en realidad Mendívil era "lavador" del cártel de Monterrey, con todo y el señor de los caballos. Veremos las pruebas; porque hasta ahora todo suena al eje Culiacán-Monterrey, mucho más importante. Ahí sí está la acción anterior del gobierno, en sus diversos niveles: federal, estatal y local. O su inacción, su dejar hacer y dejar pasar. De los siete millones y las joyas, algunos se llevaran su comisión. En la PGR y en el gobierno del estado de Nuevo León. Eso, dicen, era antes. ¿Y ahora? Con Fox en la Presidencia de la República y Barrio en la Secodam. Eso era antes. ¿Y ahora? ¿Ahora es cuestión de soltar más dólares o qué? ¿Ahora la impunidad es un poquito más cara; un cinco o diez por ciento más? ¿O qué? Porque la vida y el tráfico de "negocios" es un asunto de cuestiones prácticas, realistas. ¿Diez o quince por ciento más en el reparto de dólares? ¿O a poco pretenden los señorones del gobierno un porcentaje mayor? Nada más avisen; a ver si se puede negociar. Porque sí, a final de cuentas van a tener que negociar. Como está planteado el (des) gobierno de Fox, no hay nada más que negociar. Saldrá caro, pero saldrá bien. Buen negocio para todos; empezando por Diego Fernández de Cevallos y otros buenos bufetes de abogados. Panistas, por supuesto. Es el tiempo del cambio y la alternancia. ¿Para qué abogados priístas? Pero en la incongruencia y la incoherencia foxista queda algo firme: los negocios estadounidenses. Eso no lo pueden olvidar los panistas. Tan buenos abogados que son, de causas particulares. Como bien lo sabe el mayor ejemplo de los legisladores-litigantes: el "Jefe" Diego Fernández de Cevallos (¿cuando ganó en esta semana, en sus despachos, senador litigante?).
De esto, muy poco va a hablar en su informe de gobierno el autista Vicente Fox. ¿Qué le interesan siete millones de dólares corriendo por las calles de Monterrey? ¿Qué le interesan la vida o la terrible muerte de tres niñas mexicoamericanas en Jalisco? ¿Qué le interesa la vida a Vicente Fox si ya cumplió con "sacar al PRI de Los Pinos" y él está ahí, en Los Pinos, para conducir el llamado cambio? Y por si fuera poco, en unos cuantos días le reciben en Washington, cuando todos, sin excepción, conocemos de la quiebra productiva de Petróleos Mexicanos. Y eso sí le preocupa a toda la red de intereses norteamericanos. Pemex en quiebra técnica: ya no da más. Durante décadas no se ha invertido en exploración y desarrollo; de esta manera el costo del barril de crudo se ha elevado en 50% en unos años. Y lo que falta. De ahí que hasta el sueño favorito de esta administración en materia de migración se vea en serios problemas. Ni siquiera en esto hay salidas fáciles para la Casa Blanca y para Los Pinos.
Mientras tanto: hay que reír, un idiota pasea por Monterrey siete millones de dólares en efectivo y algo más en joyas. ¡El compadre quiere matarme! Y hay que llorar: un maldito criminal mata a tres niñas a balazos y también a su madre. De esto, lo dijimos, nada se hablará en el primer informe de gobierno de un primer presidente surgido del PAN. De ese tamaño la incongruencia y la insensibilidad. Así se consigna el dominio de nuestra partidocracia. Por ahora; a ver si luego cambian las condiciones, para bien de los gobernados. Veremos.


