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La sorpresa los agarró durmiendo. El socavón que la madrugada del sábado ocurrió en la calle Ladera, en la colonia Barrio Norte, delegación Álvaro Obregón, obligó a más de 50 personas a salir de sus viviendas en pijama, sin chamarras y con la incertidumbre de qué sucederá con su patrimonio.

“Se escuchó como si hubiera chocado algo, luego como si hubiera temblado y ya después el chorro del agua de la tubería que se rompió”, recordó Martha Maya, una de las habitantes de la casa marcada con el número 5A, la misma que quedó como “volando” sobre la nada.

Eran las 02:30 horas. Al escuchar el ruido y ver el primer boquete —no tan grande— en el piso, a la madre de Martha y de José Luis Maya se le bajó la presión del susto, dicen.

Rápido y alarmados, llamaron a personal de Protección Civil de la delegación y en 10 minutos ya estaban siendo auxiliados.

Cuando el personal especializado revisaba la zona, un nuevo derrumbe ocasionó un hundimiento de ocho metros de diámetro y 12 de profundidad, mismo que dejó al descubierto un posible nuevo sistema de minas en la zona, según estimaciones preliminares de la delegación.

Dicha colonia está cerca a Las Golondrinas, donde años atrás ya se habían presentado emergencias de este tipo, ocasionadas por la explotación del suelo que sufrió esa parte de la ciudad en los años 70, y que a la larga ha traído movimientos de tierra y filtración de agua.

Para evitar una tragedia mayor, 67 personas de 20 familias que vivían en siete predios de esa calle fueron desalojadas y optaron por irse a casa de sus familiares. No hubo pérdidas humanas ni personas heridas.

El gran boquete que se formó en la madrugada trajo a la memoria de los vecinos las dos últimas emergencias que vivieron en la zona. Una, según contaron, en “la calle del árbol hace como tres meses” y otra en la Avenida Central hace más de tres años.

Rellenan con tepetate

Eduardo Santillán, jefe delegacional en Álvaro Obregón, informó que personal de esa jurisdicción comenzó desde temprano a rellenar el boquete con tepetate para estabilizar el suelo.

Explicó que los trabajos durarán al menos una semana, mientras que especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México y del Instituto Politécnico Nacional realizarán estudios de geofísica y radar para ver las características de la mina, determinar su extensión y proceder a su regeneración.

Agregó que se hará una “revisión estructural de las viviendas con el fin de garantizar la seguridad de las familias y sólo entonces podrán regresar”.

Al lugar de hundimiento se presentó también el secretario de Protección Civil del gobierno del Distrito Federal, Elías Moreno, quien dijo que en toda la ciudad de México hay alrededor de 15 mil viviendas en riesgo de deslaves, derrumbes, grietas, minas y barrancas y que para atenderlos se necesitan al menos mil 500 millones de pesos.

Tan sólo para Álvaro Obregón, según el delegado, se requieren 800 millones de pesos.

Ambos funcionarios destacaron la necesidad de que cada delegación pueda contar con un fondo de recursos para Protección Civil, específicamente para la prevención y atención de este tipo de emergencias, mismo que pedirán al Congreso de la Unión dentro de la aprobación del presupuesto del próximo año para la ciudad de México.