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La búsqueda de los responsables de la muerte de los miniluchadores La Parkita y El Espectrito II en un hotel está enfocada sólo en las dos mujeres que colocaron gotas para los ojos en las bebidas alcoholicas de los gladiadores, también en un hombre de quien sospechan que es un “enganchador” que operaba en la Plaza Garibaldi.

De acuerdo con el procurador capitalino, Miguel Ángel Mancera, hasta este momento hay tres implicados directamente en el doble homicidio, a quienes les siguen la pista.

“Tenemos señalado por las áreas de Policía Judicial, quienes pudieron haber intervenido en la averiguación, por lo menos las dos mujeres y una persona más que fue quien las llevó ahí, que es el enganchador y aparentemente sólo es una persona”, aclaró .

Sin embargo, se investiga la presunta responsabilidad de las dos encargadas del hotel Moderno, María Luisa Aparicio y Claudia Rosas, así como del botellero, Francisco Vázquez Martínez, en una posible red dedicada al robo y otros delitos.

Estas tres últimas personas se encuentran arraigadas, en las instalaciones de la Procuraduría de Justicia en Azcapotzalco.

Tras la difusión del video de la cámara de seguridad del hotel Moderno, donde murieron los hermanos Alberto y Alejandro López Jiménez, el procurador señaló que las imágenes aclaran que los luchadores llegaron con las sexoservidoras y cuando ellas se retiran, una saca algo de su bolsa y se lo deja ahí a una de las encargadas del hotel, lo que denota que se conocían y es uno de los motivos del arraigo.

En tanto, la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSP-DF) anunció que será este fin de semana cuando llevarán a cabo un operativo especial en Garibaldi para combatir la venta de bebidas alcohólicas adulteradas, la trata de blancas y la comercialización de drogas.

El operativo estará precedido por un trabajo de inteligencia que determinará dónde se encuentran los puntos rojos en esa zona turística del Centro Histórico.

Miguel Ángel Mancera concluyó que la policía capitalina busca una labor de prevención en ese lugar para disminuir los ilícitos que se cometen en el lugar donde trabajan los mariachis, de tal forma que la Procuraduría de Justicia estará al pendiente por si se necesita su intervención.