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Manuel Silva, quien es valet parking de una cafetería en la Condesa, sólo ha ganado 30 pesos al día, cuando en una jornada normal, obtiene entre 300 y 400 pesos de propinas.

El acudir desde las ocho de la mañana no le ha sido redituable económicamente en estos días de cierre parcial de los restaurantes. “Realmente nada de clientela, vengo para cubrir el servicio, sólo alcanza para mis pasajes”.

Para hacer frente a la contingencia, su esposa es la que mantiene los gastos de la casa ella sigue trabajando.

En la Condesa, convertida en zona restaurantera, abundan los valet parking por la cantidad de vehículos que hay, pero con la restricción de que sólo se vende comida para llevar, ahora, los acomodadores como Manuel esperan hasta dos horas para que un cliente quiera estacionar su automóvil.

En el tercer día de cierre parcial de restaurantes y cafeterías en la ciudad de México como una medida de prevenir el contagio por el virus de influenza humana, los meseros, cocineros, garroteros y ayudantes en general que viven de las propinas se la ven duras.

Por ejemplo, Liborio Ramos, quien labora en un restaurante ubicado en la calle de Parral y Michoacán, también en la Condesa, aseguró que la situación es “dura” porque no hay clientes. El miércoles tuvieron cinco pedidos, cuando en un día normal, tenían llenas las 20 mesas.

Y los 35 meseros que laboran ahí obtienen sus ganancias con las propinas que ya no hay por eso, acotó, se dividieron los turnos para trabajar.

“Si, si supe que el gobierno dará 50 pesos para los meseros, pues que nos digan donde acudir”, dijo.

—¿Le alcanza?— se le preguntó al mesero que gana en promedio 300 pesos diarios en propinas.

“La familia no come con 50 pesos, son 25 pesos en pasajes. Hay muchos que viven en el estado de México, Valle de Chalco y Texcoco”, detalló.