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Con la introducción de cámaras de vigilancia en los vagones del Metro buscarán terminar con el acoso y “toqueteo” que sufren hombres y mujeres en este transporte.

Francisco Bojórquez, director general del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, anunció que a partir de abril comenzarán a colocar dos cámaras por vagón en los 45 trenes de la línea 2 que corre de Tasqueña a Cuatro Caminos.

La razón es que al estar interconectados se facilita el cableado de las cámaras y conexión con un sistema de monitoreo, en el resto de las líneas deberán realizarse adecuaciones en la infraestructura de los trenes para las conexiones.

La intención es ampliar esta medida al resto de las rutas de manera gradual como ocurre con las que funcionan en los andenes y pasillos de las líneas 1, 3, 5 y 9. Para ello, tendrán que realizar adecuaciones en la infraestructura de los trenes.

Según el funcionario con el sistema de videovigilancia se logró reducir 50% los robos con violencia que se efectuaban en las instalaciones, cuando antes se registraban cuatro asaltos diarios, ahora sólo dos.

Sin embargo, en el tema del acoso continúa el promedio de una denuncia diaria.

Entre otras de las acciones que realizará el STC Metro está la firma de convenios de colaboración con las 10 delegaciones por donde cruza este transporte y cuatro municipios del estado de México.

El objetivo es mejorar la imagen urbana y rescatar los espacios públicos aledaños a las estaciones. Ayer se firmó el segundo convenio de este tipo con la delegación Álvaro Obregón, en donde el STC invertirá 3.5 millones de pesos en tres estaciones que se encuentran ahí: Viveros, Barranca del Muerto y Observatorio.

En esta última, Leonel Luna, jefe delegacional, adelantó que realizan un proyecto de ordenamiento de comerciantes en el que se contempla la construcción de una plaza comercial para casi 250 vendedores. Además de construir un módulo de policía para reducir la inseguridad que se vive en el paradero por asaltos a transeúntes, transporte y dentro de la estación.

Los comerciantes aceptaron el acuerdo, pero solicitaron la instalación de una mesa de trabajo para que los sumen al proyecto.