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TULTITLÁN, Méx.— El gobierno municipal ordenó la demolición de los dos locales comerciales construidos en el templo a la Santa Muerte, ubicado en la colonia Santa María Coatepec, pues se edificaron sin licencias de construcción y uso de suelo, aseguró la alcaldesa Elena García Martínez.

La funcionaria perredista explicó que el predio unificado sobre la vía López Portillo y que tiene un monumento de 22 metros de la Santa Muerte, carece de licencia para operar con fines religiosos y los dos locales de la entrada al lugar fueron construidos sin permiso.

García aclaró que el gobierno local no puede clausurar el monumento a la Santa Muerte porque es de armazón metálica y una resina. “Ellos (los seguidores de ese culto) van a seguir funcionando en el templo, pero no van a poder tener nada construido. Tienen que tener autorización y si no, hacemos otra vez el procedimiento (de clausura de las obras)”, enfatizó.

La alcaldesa agregó que en las últimas semanas ha crecido el número de asistentes al templo de la Santa Muerte en Tultitlán, a pesar de que el 31 de julio fue ejecutado en Ecatepec el líder espiritual de dicho culto, Jonathan Legaria Vargas, conocido como El Padrino Endoque o Comandante Pantera.

García Martínez aseveró que en domingo los devotos del templo a la Santa Muerte también generan problemas de tránsito vehicular en la vía López Portillo.

Sobre la escultura gigante que domina en el lugar puntualizó que “el hecho de que esté en Tultitlán la gente lo asocia con mayor inseguridad, mayor violencia y asuntos de narcotráfico”.