Tonatico , Méx. A 12 años de que el ex presidente Carlos Salinas de Gortari llegó a este municipio de migrantes para poner en marcha el Llano Solidaridad, los efectos del proyecto aún repercuten en economía y vidas de quienes fueron obligados a involucrarse como socios: más de 200 productores quebrados y endeudados, docenas de familias que huyeron a Estados Unidos y más de mil 750 hectáreas quedaron en total abandono por una década.

Llano Solidaridad pretendió ser el proyecto agrícola del sexenio al llevar un "esquema empresarial" agropecuario en el México de alta competencia y primer mundo que Salinas de Gortari promovió, señalan productores, como Rodolfo Manjarrez, que entraron a la empresa; hoy tienen aprendida la dura lección.

No es para menos. Manjarrez, como otros 200 productores, fueron persuadidos por el gobierno federal y el estatal, en ese entonces encabezado por Ignacio Pichardo Pagaza, de unir sus parcelas en una enorme extensión de mil 750 hectáreas.

La diversa situación jurídica de terrenos, el costoso sistema de riego basado en el diesel y la desigual situación económica de los asociados, pero sobre todo la corrupción de encargados del plan, favorecieron el estrepitoso fracaso del programa en dos años.

El proyecto, que contemplaba emplear a 5 mil personas y exportar a Estados Unidos 2 millones anuales de cajas de hortalizas nunca despuntó. "Fue una pérdida importante, una total descapitalización; se cancelaron las posibilidades de exportar, todo se fue al lastre por corrupción", resume el alcalde perredista de Tonatico, Arturo Hernández Tapia, luego de señalar que tras el fracaso del proyecto salinista despuntó de manera automática la migración a Estados Unidos.

El nuevo llano reconstruido

De las mil 750 hectáreas que integraban el proyecto original del Llano Solidaridad, en mil 200 se ha reconstituido un nuevo proyecto. Con 10 millones de pesos aportados por los gobiernos estatal y el municipal, los productores están listos para poner en marcha el nuevo modelo de riego basado en energía eléctrica, lo que les permitirá abatir costos y evitar otra descapitalización.

El sistema está listo y en 15 días iniciarán las primeras pruebas. Los campesinos planean obtener desde jitomates, hasta cebollas, chiles y algunas variedades de flor; lo primero es consolidarse en el mercado regional.

Por su parte, la administración municipal integra un nuevo proyecto basado en hortalizas de invernadero. Hernández Tapia dice que planea traer capacitación, y otros apoyos estatales para hacerlos más competitivos y enlazarlos a tiendas de autoservicio.