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Son altos, anchos, surgen de un día para otro, de noche no se observan y para muchos automovilistas son un suplicio. Son los topes en la ciudad de México que inundan calles y avenidas.

Para poner orden en este caos, el Gobierno del Distrito Federal (GDF) está trabajando en la creación de una norma técnica que no sólo establezca sus medidas, sino la pertinencia de su ubicación, es decir, encontrarle una función práctica a los topes.

En entrevista, la consejera Jurídica del Distrito Federal, Leticia Bonifaz, comentó que el objetivo es regular para prevenir las consecuencias que un tope mal puesto puede generar desde el punto de vista ambiental hasta los daños patrimoniales que pueda causar a los automóviles.

“Un tope mal puesto te puede generar, además de empeorar la circulación, daños a los vehículos que al final el gobierno central va a tener que pagar sin que necesariamente lo haya construido”, detalló.

Comentó que dichas estructuras mal diseñadas pueden generar problemas en la circulación, que a la par generan mayores contaminantes.

Para determinar el impacto ambiental que se deriva de la instalación mal planeada de los topes, es la secretaría de Medio Ambiente capitalina quien trabaja en el análisis de las consecuencias, expuso la consejera Bonifaz.

Las reglas para la ubicación de un reductor de velocidad también estará relacionadas con las estadísticas que tiene la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) capitalina de los cruces más peligrosos.

La norma técnica, donde también trabajan la Secretaría de Obras y la de Desarrollo Urbano y Vivienda, podría estar lista en los próximos días, estimó Leticia Bonifaz.

En ese sentido, comentó que la planeación se da desde el punto de vista de espacio público por lo que se busca que los topes disminuyan y donde realmente se requieran se apeguen a los lineamientos, como contar con señalamientos para que el conductor no se sorprenda de “saltar” un tope por no estar pintado y se confunde con la carpeta asfáltica.