Sólo una bolsa la acompaña en su sueño: ir a la boda real
ANHELO. Estibalis viajó el jueves a Londres con la idea de ver a los príncipes. (Foto: TANYA GUERRERO EL UNIVERSAL )
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Dentro de una bolsa gris van dos cambios de ropa, una casa de campaña y 10 mil pesos. Esto es lo único que acompañó a Estibalis Chávez Guzmán rumbo a Londres.
Más que un artículo especial dentro de esa bolsa van sus dos máximos sueños: “Entrar a la boda real y conocer mi país favorito: Inglaterra”.
Estibalis, de 19 años de edad, estuvo 16 días en huelga de hambre dentro de una casa de campaña afuera de la embajada británica en el DF, esperando que los príncipes accedieran a enviarle una invitación para poder asistir a la boda real. Sin conseguir su objetivo regresó a su casa.
A pesar de que aquellos días estaba deprimida e incluso deseaba morir, Estibalis no se rindió. Su lucha durante la huelga la llevó a conocer a Octavio Fitch, secretario de la Asociación Cívica Mexicana Pro Plata A.C., quien desde que se enteró de la negativa le llamó para ayudarla.
Así, Estibalis logró salir de su domicilio, en Atizapán de Zaragoza, Estado de México, el jueves por la mañana rumbo al aeropuerto, su objetivo: llegar a Londres para asistir a la boda del príncipe William y su prometida Kate Middleton.
Fitch le prestó 15 mil pesos con los que compró dos boletos de avión, el que la llevó a cumplir su sueño y el que la traerá de vuelta a su realidad.
Estibalis le dejó a Fitch sus pinturas como garantía de que pagará el dinero ya que, según ella, él no obtendrá ningún otro beneficio que no sea ver que logró cumplir su sueño.
Al preparar sus cosas, decía que no quería llevar nada que le estorbara, ya que pretende recorrer Inglaterra. En cuanto a lo económico, aseguró no tener preocupación: “si aquí sobreviví sin comer allá también sobreviviré comiendo poco”.
Su realidad
En la colonia Peñitas se queda el hogar en el que habita Estibalis. Una fachada de tabiques sin resanar y un zaguán sin pintar. Al fondo, un cuarto donde está la cama de su tía y un ropero que sostiene el televisor.
Una escalera de caracol dirige al cuarto donde la joven pinta. Al final una puerta de madera separa el estudio de su recámara, que también funciona como taller de costura en el que trabaja su tía, quien se hace cargo de ella desde que era pequeña porque su madre murió al nacer.
Cada noche, la joven pide a la princesa Diana de Gales —a quien ella considera un ángel— le conceda asistir a la boda de su hijo.
Dibujos y recortes de la princesa a manera de altar adornan la pared de su recámara, lo considera así porque para ella Diana simboliza a un buen ser humano.
Estibalis insistió en ir a la boda porque se dice fan de Lady Di, a pesar de que la gente asegura que se trata de un fanatismo enfermo, antes de irse explicó que “ir a la boda es todo lo que quiero, ya después seguiré mi vida normal, como siempre”.
Antes de partir era una chica ocupada, recibía llamadas la mayoría del tiempo y daba entrevistas a televisoras como la BBC de Londres, Univisión, Telemundo, TV. Española, Associated Press y TV Holandesa.
Aunque Estibalis se miraba contenta por el viaje, aseguró que tenía miedo de que por la huelga los príncipes le nieguen la estancia en su país por considerarla peligrosa como algunos fanáticos obsesionados.