rafael.montes@eluniversal.com.mx

El día trágico quedará atrás. El gobierno de la ciudad iniciará la demolición del edificio en el que funcionaba la discoteca New’s Divine, donde en junio de 2008, un tumulto y un fallido operativo policial provocaron la muerte de 12 personas, entre ellas, nueve jóvenes, en la colonia Nueva Atzacoalco, en Gustavo A. Madero.

En el lugar se construirá un centro recreativo y cultural para jóvenes. Será operado por el Instituto de la Juventud del DF (Injuve). Ofrecerá talleres, tardeadas sin alcohol y un comedor popular. El centro estará listo para octubre de este año.

Ayer, el Injuve recibió oficialmente, de parte de la Dirección de Patrimonio Inmobiliario del gobierno del DF (GDF), el inmueble del número 186 de la calle 303, y a su vez, lo entregó a la Secretaría de Obras del DF, la cual se encargará de la demolición y construcción del nuevo centro juvenil, denominado El Galeón: Espacio Joven.

Para la demolición y la construcción del nuevo proyecto, la Asamblea Legislativa del DF destinó un presupuesto de 13.5 millones de pesos, que se espera sean suficientes para operar el sitio de octubre a diciembre.

El Galeón será un espacio de 838.66 metros cuadrados de construcción sobre 182.62 metros de predio. Tendrá cinco pisos, amplios lobby y escaleras, terraza y una azotea verde.

Javier Hidalgo, director del Injuve, dijo que El Galeón “es la reivindicación de una situación adversa, trágica, terrible, que busca generar condiciones para que los jóvenes puedan tener elementos de aprendizaje”.

Luego de un litigio, el edificio pasó a ser propiedad total del GDF el 22 de febrero del 2011 y quedará demolido en tres semanas, para dar paso a la edificación del nuevo proyecto.

“Ya queremos olvidar”

Melody Martínez y Jéssica Jiménez estuvieron esa tarde en la multitud. No quisieron recordar detalles, pero coinciden en que fue algo trágico, traumante. “Eso ya quedó en el pasado, fue algo fuerte, pero ya tenemos un nuevo proyecto”, comentó Melody quien tenía 14 años cuando ocurrió la tragedia.

Para Jessica, la demolición fue simbólica, “es el derrumbe de algo feo para algo nuevo para los chavos, es una esperanza para que vengan aquí a hacer algo”, explicó la jovencita que vive en la colonia Gertrudis Sánchez.

Las dos evitan el recuerdo. Desvían la mirada. Y confían en que El Galeón sea una oportunidad para olvidar.