aviso-oportuno.com.mx

Suscríbase por internet o llame al 5237-0800




Operan en la impunidad extorsionadores en penales

Fernando Martínez y Daniela Palacios| El Universal
Lunes 17 de enero de 2011
Operan en la impunidad extorsionadores en penales

CUOTA. Mil 500 pesos tienen que pagar los reclusos por tener un teléfono celular, revelaron internos del penal de Santa Martha. (Foto: )

“Colgar el arete” a la víctima, es una de las más recientes formas de delinquir de internos con cómplices en la calle

Celadores y personal administrativo del Sistema Penitenciario del DF están involucrados en la venta y renta de celulares y cabinas telefónicas en las que los internos cometen extorsiones, según testimonios de un interno del penal varonil de Santa Martha y del familiar de otro reo del Reclusorio Oriente.

Fernando Ruiz Canales, presidente del Consejo para Ley y los Derechos Humanos, AC (CLDH), asegura que el proyecto para establecer bloqueadores de teléfonos celulares en las cárceles de la ciudad es inefectivo siempre que exista complicidad de las autoridades penitenciarias, además de que la tecnología ha llegado a manos de los reos extorsionadores a quienes se les ha encontrado laptops con el sistema Wi Fi, con lo que se comunican por otras vías y han empezado a extorsionar a través del sistema Skype.

Las tres fuentes coinciden en que desde el interior de la prisión, se ha logrado coordinar toda una red de extorsión, que va desde los celadores hasta los propios familiares de los reos y ex convictos, lo que ha generado nuevas formas de extorsión como la denominada “ponerle el arete”.

Cada vez más bandas

Un informe elaborado por la Subsecretaría del Sistema Penitenciario del DF, del pasado mes de julio, acepta que hay 26 bandas que operan en los cinco penales varoniles que hay en la ciudad.

Sin embargo el CLDH afirma tener detectadas al menos 853 células que cometen este delitos desde los penales de la ciudad de México.

Más cifras sobre esta situación: en septiembre de 2010, la Procuraduría General de Justicia del DF informó que tenía abiertas 830 averiguaciones previas por extorsiones telefónicas y de acuerdo con sus investigaciones, 85% provenía de las cárceles del DF, es decir, poco más de 700.

Según el Consejo Ciudadano de Seguridad Pública en 2010 recibieron 119 mil quejas referentes este tipo de ilícitos y aunque la mayoría era vía mensajes de textos; 35 mil 546 casos fueron por llamadas de extorsiones por el presunto secuestro de un familiar.

Todas las bandas, asegura el dirigente del CLDH, le reportan a Felipe Borras Barrón El Charro o El Chaparro, quien cumple una sentencia por secuestro; otra de las bandas es la de Moisés Ibarra que opera en Santa Martha y se ha especializado en que sus víctimas sean profesionistas; asimismo se refiere a Edmundo López, quien encabeza un grupo que utiliza mujeres y jóvenes para extraer los datos de víctimas que serían comerciantes, de igual manera menciona que Bruno López.

Nueva modalidad: “el arete”

Desde el penal de Santa Martha, un interno platica con EL UNIVERSAL y afirma que actualmente unos mil 800 reos de esa cárcel participan en extorsiones telefónicas, lo que significa el 80% de la población penitenciaria.

El testigo asegura que desde el interior de la prisión, se ha logrado coordinar toda una red de extorsión, que va desde los celadores hasta los propios familiares de los reos.

La organización, aunque compleja, es incapaz de pasar inadvertida. Se necesita de “tuzas”, “cobradoras”, “chillones” y “vigías”.

“La tuza” guarda el celular y los directorios; los “vigías” alertan sobre la presencia de operativos, los “chillones” realizan las amenazas mediante el supuesto secuestro de jóvenes, su nombre lo reciben por el perfil de su víctima: amas de casa.

Por último, están las “cobradoras”, quienes se encargan de sacar el dinero del banco y pasarlo de manera ilegal al centro de readaptación social.

Todo esto se logra con el consentimiento de los celadores, quienes a su vez cobran mil 500 pesos por turno para dejar operar a las bandas.

En días recientes se ha anunciado la licitación para bloquear la señal de los aparatos celulares en los reclusorios capitalinos, pero la señal de los celulares al parecer no es el problema.

El testimonio del interno detalla que “ponerle el arete a la víctima” se ha hecho uno de los méteodos de extorsión más recurrentes por los presos del penal Santa Martha Acatitla.

Los internos proponen a las visitas entrar al “nuevo” negocio, les preguntan si conocen a gente adinerada, doctores o comerciantes, que puedan pagar una extorsión. Un ejemplo, si conocen a un señor que vende metal a él le dirán que le quieren comprar cobre y piden toda la información.

Durante días, se le da seguimiento a todos los movimientos de esta persona y después regresan para realizar la “compra”. En ese momento, el supuesto cliente entra al lugar acompañado de dos personas y le comenta al dueño que sí harán la transacción, pero que necesita hablar con él vía celular, su hermano, quien supuestamente es el del dinero. Al contestar el teléfono, el comerciante es amenazado desde la cárcel. Para esto la persona amaga al comerciante con pistola.

El “arete” es la llamada, el último toque para que el delito se inicie. Son alrededor de 30 bandas dentro de la penitenciaría quienes lo practican.

En el Oriente

Un segundo testimonio, éste del hermano de un reo del Reclusorio Oriente, da cuenta del negocio de teléfonos celulares en los penales capitalinos.

“Tengo un hermano que tiene varios meses internado. Cuando voy a la visita me doy cuenta de que los mismos internos se quejan con sus familiares de que hay renta de celulares de mil pesos y de que a los más privilegiados les otorgan cabina especial para que puedan hacer su extorsión”, relata.

Manifiesta que adentro, todo es negocio, pues se exige dinero tanto por el pase de lista, por visita del abogado y, en especial, por la renta de celulares.

“Es dinero para todo, los custodios dejan”, expresa el familiar.



comentarios
0