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La Iglesia católica en México consideró como una ironía de mal gusto y una burla para la gente que el Gobierno del Distrito Federal quiera presentar —en ocasión de la reunión de alcaldes que se realizó en el DF— a la ciudad de México como una ciudad modelo y una metrópoli de vanguardia.

“Más que vanguardia, estamos ante una ciudad en retroceso en su sentido de humanidad y en su calidad de vida para los habitantes”, consideró la jerarquía católica a través del editorial del Semanario Desde la Fe, publicado este fin de semana.

En su órgano de difusión, la Arquidiócesis Primada de México detalló que más que vanagloria las autoridades locales deberían haber un sentido de vergüenza, por las “inmensas deudas sociales que se tienen”.

“Pena debería darnos presentar esta ciudad en sus condiciones actuales, sea por la mala calidad de sus servicios, sea por las pésimas políticas emprendidas por las actuales autoridades”, agregó la Iglesia.

La institución que encabeza el cardenal Norberto Rivera Carrera se preguntó, entre otras cosas, si esta “engañosa publicidad” sobre vanguardia se refiere a las “deplorables, irresponsables y criminales” políticas públicas aplicadas por la actual administración, que agregó, “han provocado cerca de 40 mil asesinatos en el vientre de su madre en los hospitales públicos”.

En relación a la legalidad de la interrupción del embarazo en la capital del país, la Iglesia explicó que con estas prácticas han aumentado año con año el número de “asesinatos legalmente asistidos” en el DF.

La Iglesia católica cuestionó el posicionamiento que hacen las autoridades del GDF como una ciudad de vanguardia y criticó temas como el ordenamiento urbano, la eficacia de los sistemas de transporte público y los niveles de inseguridad en algunas regiones del Distrito Federal.

En el semanario Desde la Fe, la jerarquía católica preguntó si la “bandera de vanguardia” se refiere “a los daños a la institución familiar con las medidas del divorcio exprés y la promoción de los mal llamados matrimonios homosexuales”.

“¿Es una ciudad de vanguardia la que tiene grandes zonas en manos de la delincuencia, como sucede en algunas partes de la delegación Iztapalapa o en la periferia del Centro Histórico, en los famosos barrios bravos de Tepito, la Morelos o la Doctores?”, cuestionó la institución religiosa en su editorial.

Además, dijo, “por unas cuantas calles de Paseo de la Reforma y del Centro Histórico, y dos o tres monumentos remozados, no podemos cerrar los ojos ante el deterioro de las vialidades y los servicios públicos de esta inmensa urbe”.

Consideró urgente una acción coordinada, más allá de los colores partidistas, con toda la zona metropolitana. Esa será, dijo, la verdadera reforma para el Distrito Federal: “unificar administrativamente todo el inmenso valle de México, construido actualmente como una sola entidad cada vez menos habitable”.