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Buscan crear en Chalco la gran cisterna del DF

Rafael Montes| El Universal
Domingo 15 de agosto de 2010
La propuesta es hacer una “gran olla de barro” que capte y almacene el agua de lluvias y ríos

 

 

I nvestigadores universitarios advierten: el antiguo lago de Chalco está de vuelta.

Después de haber sido desecado a principios del sigloXX por órde-nes del gobierno de Porfirio Díaz, su reaparición implica una amenaza de inundaciones para colonias aledañas de la delegación Tláhuac y del municipio de Valle de Chalco, que se encuentran a metro y medio por debajo del actual nivel del lago, que se ha ido formando desde mediados de los años 80.

Por esta razón, investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) buscan convertir esa amenaza en una oportunidad para saciar la sed del suroriente del Valle de México con el proyecto Xico-Tláhuac.

Para ello, necesitan, asegura el doctor Pedro Moctezuma, en una etapa inicial, alrededor de siete millones de pesos, dinero con el que podrían financiar los estudios técnicos y calcular las condiciones financieras necesarias para la ejecución total del proyecto, el cual permitiría obtener agua potable a un ritmo de un metro cúbico por segundo.

La Comisión Nacional del Agua (Conagua) aprobó el jueves un apoyo de 10 millones de pesos para los estudios.

Moctezuma Barragán explicó, en entrevista, que el dinero es necesario para empezar a estudiar el fondo del lago. Buscan hacerlo una “olla de barro” para captar y reutilizar el agua de lluvia.

Dijo, además, que con la infraestructura actual es posible iniciar acciones para la separación y tratamiento de aguas residuales para que no lleguen al lago.

Así, las aguas que actualmente permanecen en el lago se potabilizarían en la planta de La Caldera. Una demanda más para la Conagua.

 

Reaparece el lago

 

La cuenca de Chalco, al suroriente de la ciudad, se ubica en los límites del DF y el estado de México y es la zona geológicamente más profunda del valle de México, entre la delegación Tláhuac y el extinto volcán Xico, en donde el agua de lluvia termina por acumularse.

Al norte de la cuenca, se ubica la Sierra de Santa Catarina y al sur, la de Chichinautzin, entre las cuales se formó hace siglos un lago de agua dulce, diferente a las aguas salinas del lago de Texcoco, de la cuenca del centro.

A principios del siglo pasado, el lago de Chalco se desecó para que un hacendado porfirista aprovechara las tierras con fines agrícolas.

Así, hasta la mitad de la década de los 80, ese lugar no contaba con cuerpos de agua, eran solamente ejidos.

Según datos obtenidos en el Centro para la Sustentabilidad Incalli Ixcahuicopa de la UAM, después del sismo del 85, se dejó de extraer agua del acuífero del centro y se trasladaron los pozos a la cuenca del Chalco, lo que provocó el inicio de hundimientos y grietas y la acumulación de aguas de lluvia y aguas residuales, lo que está dando origen al nuevo lago de Chalco.

Actualmente hay 14 pozos en el nuevo lago, lo que ha causado un hundimiento constante durante 25 años.

Para 2050, la cuenca de Chalco estará a 16 metros por debajo del Zócalo, calculan los investigadores.

El lago cuenta, hacia el oriente, con una barrera física artificial, —el dren general—, para evitar que sus aguas invadan numerosas colonias del municipio de Valle de Chalco, ubicadas a metro y medio por debajo del lago.

El dren general es un cauce abierto por el cual corren aguas residuales, aguas de lluvia y aguas de los deshielos de los volcanes y que son transportadas hasta ese lugar por el río Amecameca, que arrastra el drenaje de los poblados cercanos y se conecta con el canal de La Compañía, al norte de la cuenca de Chalco.

Actualmente el lago tiene 12 millones de metros cúbicos de agua y se corre el riesgo de que las colonias San José y La Habana, en Tláhuac, y muchas otras de Valle de Chalco se inunden si el agua sobrepasa los límites actuales o si el dren general sufre una fisura similar a los del canal de La Compañía, del año 2000 y de febrero de 2010.

 

 

El proyecto Xico-Tláhuac

 

Fuentes del Centro para la Sustentabilidd Incalli Ixcahuicopa, de la UAM, explicaron que el fondo del nuevo lago de Chalco tiene una profundidad de 300 metros de arcilla comprimibles y que debido a los pozos que extraen agua del subsuelo, cada año se hunden 1.2 metros, lo que provoca hundimientos que nunca antes se habían visto.

El proyecto Xico-Tláhuac, iniciado hace 20 años por investigadores de la UNAM y complementado por científicos de la UAM, consiste en extraer toda el agua del subsuelo y provocar hundimientos controlados de hasta 15 metros para que las arcillas se consoliden y se conviertan en materia dura, como una olla de barro, para seguir captando lluvia, es decir, agua dulce.

“Si damos lugar al agua no va a seguir extendiéndose sobre las zonas urbanas, no existe ningún motivo para desarraigar a la gente de Valle de Chalco, es algo demasiado violento... hay que encontrar soluciones y respetar a la gente”, comentó la investigadora, quien prefirió que no se difundiera su nombre.

Los investigadores trabajan, por ello, con hidrogeólogos para trazar cuál sería el polígono del lago.

“El agua de lluvia es la única fuente sustentable” que nos queda, aseguró la doctora. Además, consideró que el agua del río Amecameca es bastante rescatable, por lo que para rehabilitar el lago se deben sanear también las aguas del río y del dren general. En el proyecto también se incluye la construcción de cuatro lagunas de infiltración para la recolección de agua de lluvia, antes de que ésta alcance la zona urbana, para que se puedan recargar los acuíferos en zonas rurales de los municipios de Tenango del Aire, Amecameca, Ayapango y Chalco.

 

 

 



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