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La situación de los supuestos escoltas de El J.J., José Jorge Balderas Garza, se ha complicado durante su interrogatorio, al serles solicitadas las pruebas sobre la culminación del contrato que mantenían con el agresor de Salvador Cabañas.

La Procuraduría capitalina giró sus investigaciones sobre la posibilidad de que los tres elementos de la Policía Auxiliar del estado de México, se alquilaran para resguardar al agresor de Cabañas, por cuenta propia, al culminar en agosto pasado el contrato que mantenían.

Hasta el cierre de esta edición, por más de 24 horas continuaban declarando los policías auxiliares. Tan sólo el comandante de la 41 Región y jefe de los tres investigados, salió de la Fiscalía Desconcentrada en Álvaro Obregón, para ir en busca del contrato que él mismo firmó con El J.J., bajo el nombre de Maximiliano Peralta Sáenz, con fecha del 24 de septiembre de 2008 al 24 de septiembre de 2009, para recibir un servicio de vigilancia con tres elementos del Cuerpos de Seguridad Auxiliares del Estado de México (CUSAEM), Margarito Cruz Ramírez, Mariano López Morales y Mario Zamarripa.

Fuentes de esa corporación mexiquense refirieron que autoridades capitalinas habían mencionado la posibilidad de arraigar a los policías, para indagarlos.

El procurador capitalino, Miguel Ángel Mancera, mencionó que en las próximas horas se definirá la situación jurídica de los escoltas quienes aparecen en los videos recuperados del bar escoltando a los inculpados.

El Modelo o El J.J. se identificaba como empresario del ramo del transporte, y decía ser propietario de una empresa con razón social MPS —por las siglas de su nombre Maximiliano Peralta Sáenz—, la cual sería inexistente, pero la señalaba como una forma de justificar sus ingresos.

Por otra parte, ayer por la mañana se registró un incendio de menores proporciones al interior del Bar Bar ocasionado por un cortocircuito en la planta generadora de luz, ante las constantes fallas de energía eléctrica generadas por la lluvia en la zona, explicó Miguel Ángel Mancera.