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El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y la empresa Fumisa están en medio de una confrontación por el control de los espacios comerciales de la Terminal 1 de dicho aeropuerto.

Pese a que las autoridades aeroportuarias informaron, a través de un comunicado, que el contrato con esa empresa concluía, y por tanto, asumían el control de la renta de los locales, un presunto error de cálculo en los tiempos del Departamento Jurídico del AICM podría impedirle retomar los espacios que hoy opera Inversión Advent International, a través de Fumisa.

De acuerdo con fuentes del aeropuerto que solicitaron el anonimato, a raíz del juicio promovido por Fumisa, denominado “interdicto de posesión” —figura legal bajo la cual esta empresa pretende permanecer en el AICM cobrando las rentas de los locales comerciales— a la Dirección Jurídica del aeropuerto, a cargo de Martín Vázquez Ramírez, presuntamente se le habría pasado el plazo legal para apelar el auto que le fue concedido a Fumisa respecto a las medidas precautorias dictadas por el juez dentro del proceso.

Por ello, el aeropuerto habría promovido otro recurso de apelación ante el Décimo Tribunal Colegiado del Distrito Federal.

La última sentencia en favor de Fumisa se produjo a finales de noviembre pasado.

Fumisa es considerada uno de los inquilinos más importante del AICM. Fue fundada por Alfredo Hakim y forma parte del fondo de inversión Advent International, empresa que tiene en arrendamiento, desde hace 20 años, casi todos los locales comerciales de la Terminal 1, incluyendo un estacionamiento y espacios comerciales.

Según información financiera pública emitida por el AICM, Fumisa obtiene ingresos anuales —tan sólo por el cobro de rentas— de hasta mil millones de pesos.

Si la empresa continúa con la protección judicial para permanecer cobrando rentas, el AICM estaría perdiendo diariamente 2.7 millones de pesos.

Este miércoles, el AICM dio a conocer que este 31 de diciembre de 2013 concluyó la vigencia del contrato existente entre éste y Fumisa, por lo que, a partir del 1 de enero de 2014, el aeropuerto arrendará directamente todos los espacios comerciales en la Terminal 1.

Indicó que los espacios del aeropuerto son bienes de dominio público de la Nación y a la conclusión del contrato están de nueva cuenta en posesión del AICM, quien es el concesionario del aeropuerto.

En estas circunstancias, añadió, a partir del 1 de enero de 2014, el AICM ha celebrado contratos con los arrendatarios y continuará la formalización de los mismos con quienes todavía no han regularizado su situación.

Fumisa exhortó al aeropuerto a respetar el Estado de derecho y las decisiones judiciales y recordó que el contrato con la terminal aérea se encuentra vigente.

Según ese contrato, Fumisa debe recibir la recuperación de las inversiones realizadas en el AICM —de 1991 a 2006— a la tasa interna de retorno pactada, mediante pago del Aeropuerto Internacional o —como lo han realizado hasta ahora— vía la explotación de áreas comerciales de la Terminal 1.

La empresa habría invertido mil 200 millones de pesos hasta 2006, lo que, a valores actuales, representa 4 mil 900 millones de pesos.

En un comunicado, Fumisa advierte que “considerará todos los medios legales a su disposición para hacer valer sus derechos”. Asegura que el contrato está vigente.