johana.robles@eluniversal.com.mx

El proyecto de la Línea 12 del Metro tuvo dos brazos ejecutores. El Proyecto Metro del Distrito Federal, órgano desconcentrado, fue la encargada del proceso de construcción y de dar seguimiento al contrato de precio alzado con ICA, Carso y Alstom por un monto de 17 mil 585 millones de pesos, mismo que está en finiquito, aunque a esta cantidad se le suman 5 mil millones más por obras adicionales.

Mientras que el arrendamiento de los trenes que el gobierno capitalino otorgó mediante la adjudicación directa con la empresa CAF, fue responsabilidad del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro. Éste es de un periodo de 17 años por un monto económico total de mil 558 millones 152 mil 500 dólares.

Para la coordinación de los trabajos hubo 24 mesas, pero administrativamente la obra y los trenes iban por caminos paralelos.

El 30 de octubre de 2012, día en que fue inaugurada la Línea Dorada, el Proyecto Metro reportó que entregó la obra de forma preliminar al STC. Pero la entrega formal fue el 8 de julio de 2013.

Ayer, este órgano reiteró las responsabilidades que tuvo en el proyecto de la Línea 12, que fueron la construcción, equipamiento y ampliación de la red desde 2008 a la fecha. “El Proyecto Metro del Distrito Federal no tiene atribuciones para llevar a cabo tareas de mantenimiento en líneas de metro en que están en operación”, emitió ayer en un comunicado dicho órgano.

Asimismo, confirmó que el contrato de arrendamiento de los 30 trenes de rodadura férrea está a cargo del STC Metro.

Para la construcción de la Línea 12 del Metro, el gobierno del Distrito Federal (GDF) decidió crear primero una dirección general dentro de la Secretaría de Obras y posteriormente, en 2009, un órgano desconcentrado con autonomía técnica, administrativa y financiera para realizar los trabajos.

El titular de dicho proyecto desde el inicio fue Enrique Horcasitas Monjarrez, quien hasta la fecha se mantiene en el cargo.

Proyecto Metro del DF se encargó, además, de los contratos de las empresas supervisoras, el consorcio alemán que certificó la Línea Dorada, así como de las obras adicionales que se tuvieron que contratar, pues estaban fuera del contrato suscrito con ICA, Carso y Alstom, como las reparación de vialidades o equipamiento como guarderías.

Mientras que el STC, que es el operador de la Línea 12 fue quien se encargó del tema de los trenes, y cuyo titular en ese entonces era Francisco Bojórquez. Las autoridades capitalinas optaron por el arrendamiento y no adquisición de los trenes que, a diferencia de otras líneas, a excepto de la “A”, la cual sería de rodadura férrea.

Por medio de adjudicación directa se otorgó el contrato a CAF, por un monto inicial de 18 mil millones de pesos para el arrendamiento, que incluye mantenimiento de los 30 trenes de la Línea Dorada. El proceso fue impugnado por otro competidor que fue la empresa Bombardier, recurso que fue desechado. La operación de la Línea 12 se retrasó al menos ocho meses.