Delegación BJ y la Seduvi se deslindan de demolición
SIN LUGAR A DUDAS. En el cruce de Obrero Mundial y Av. Cuauhtémoc sólo hay una esquina en obras; pero la delegación Benito Juárez argumentó que no podía indagar por no tener la dirección exacta del lugar donde se demolía un inmueble. (Foto: JAIR CABRERA / EL UNIVERSAL )
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El jefe delegacional en Benito Juárez, Jorge Romero, y la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda del Distrito Federal (Seduvi) se deslindaron de la demolición del inmueble que estaba en el cruce de Obrero Mundial y Cuauhtémoc, conocido como La Octava, y donde se registraron vestigios de carácter histórico de lo que fue el Templo de Nuestra Señora de la Piedad y el convento dominico.
El delegado dijo que la demolición se autorizó luego de consultar al Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), el cual informó que el inmueble no tenía catalogación de valor artístico.
La Seduvi dijo también que el predio donde se ubicaba ese edificio no está catalogado por la dependencia y tampoco era parte de la relación de inmuebles de valor artístico del INBA.
Sin embargo, de acuerdo con un documento en poder de EL UNIVERSAL, el predio fue incluido en el Catálogo Nacional de Inmuebles con Valor Artístico (Clave: DF-BJ-1643-3036) desde el 12 de noviembre de 2004.
El delegado sostuvo además que aunque el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) les pidió que suspendieran la demolición del inmueble porque sí tenía un valor histórico, el Gobierno del Distrito Federal, propietario del edificio, ya había concluido la obra.
“Cuando Conaculta nos pidió parar la demolición, el gobierno del DF ya había terminado de demoler La Octava y no hay manera de suspender un acto consumado”, justificó.
Ayer EL UNIVERSAL publicó que debido a una serie de omisiones, tanto de la administración capitalina como de la delegación Benito Juárez, se demolió el predio donde se ubicaba la Octava Delegación de Policía, localizada en el cruce de las avenidas Obrero Mundial y Cuauhtémoc.
Después de que el Conaculta solicitara la “urgente verificación y suspensión inmediata” de las obras de demolición, la delegación Benito Juárez respondió que no podía dar seguimiento a dicha solicitud porque no se tenía la dirección exacta del terreno “a efecto de identificar en cuál de las cuatro esquinas se encuentra dicho inmueble”, cita el documento de respuesta.
Sin embargo, en un recorrido realizado por EL UNIVERSAL se constató que sólo una de las cuatro esquinas —donde se ubica el terreno— ha estado en obras, pues en las tres restantes hay comercios instalados de tiempo atrás, por lo que es fácil de ubicar el predio en cuestión.
Habitantes de la zona dijeron a este diario que, de acuerdo con obreros que trabajaron en la demolición, se habían encontrado huesos y restos de tumbas en el predio, por lo que estaban indignados y pidieron a la delegación construir un centro cultural alusivo en la zona, pero no les han respondido.
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