aviso-oportuno.com.mx

Suscríbase por internet o llame al 5237-0800




Historia. Arriesga su vida por retraso burocrático

Adriana Rodríguez| El Universal
Miércoles 30 de abril de 2014
<b>Historia.</b> Arriesga su vida por retraso burocrtico

DAÑO. Laura asegura que los niños no son adoptados por la burocracia. (Foto: ARCHIVO EL UNIVERSAL )


metropoli@eluniversal.com.mx

Cuando Laura tuvo a su segundo hijo puso en riesgo la vida propia y la de su bebé. Unos años antes, ella había tenido un parto complicado con su primer hijo, en el que ambos estuvieron en peligro de morir y desde entonces el médico le había aconsejado que no era conveniente volverse a embarazar.

Antes de ponerse en riesgo había considerado la adopción, estaba determinada a engrosar a la familia: su hijo necesitaba compañía y su esposo siempre quiso el cariño de una nena.

“Siempre he disfrutado de mi hijo Alberto. Lo adoro, pero las cosas en la familia se complicaron cuando mi deseo de ser madre nuevamente apareció”.

Intentaron adoptar y pasaron los meses, un filtro tras otro y nada. La familia intentaba ser optimista y se decían que pronto tendrían un nuevo integrante, pero no fue así.

“Mi hijo me preguntaba —¿y mi hermanito?, ¿cuándo tendré a mi hermanito para jugar?—. Mientras, mi esposo me compraba muñecas para hacernos la ilusión de que nuestra hija ya tuviera sus juguetes cuando llegara”, dice Laura mientras toma entre sus brazos un juguete y lo observa como si fuera esa hija que nunca logró tener.

“Quería ser optimista y me decía: ‘Ya pronto tendré a mi bebé, pero no era así’”.

Ante la desesperación, prefirió abandonar la burocracia y, tras un año de espera por una adopción, la pareja encargó otro bebé pese a las advertencias médicas.

“El doctor me regañó horrible, pero estaba desesperada por tener otro bebé. Sabía que la adopción no sería posible, así que mi única esperanza fue siempre confiar en Dios y en que todo saldría bien y así fue, a pesar de un embarazo complicado. Mis hijos están aquí conmigo a pesar de todo”, dice Laura.

Pese al regaño médico y el embarazo complicado, Laura pudo tener a su anhelado hijo y ahora, dice, son una familia feliz.

Al preguntarle si intentaría nuevamente realizar el trámite de adopción o lo recomendaría a otra pareja, su respuesta es un contundente: “No, te hacen perder mucho tiempo y el trámite te desgasta anímicamente. Me lastima saber que hay niños que esperan tener una familia, el calor de una madre y que por trámites que se alargan meses no alcancen ese deseo”.



comentarios
0