jorge.ramos@eluniversal.com.mx 

Fernando Espino Arévalo, líder del Sindicato Nacional de Trabajadores del Sistema de Transporte Colectivo (STC), acusó a funcionarios del Metro de actuar como si tuvieran “una empresa familiar de la que se puede disponer y actuar a su voluntad”.

El lunes pasado, EL UNIVERSAL documentó cómo Espino Arévalo mantiene en la nómina del Metro a por lo menos 22 familiares, entre esposa, hijos, cuñados y sobrinos. Este caso ya es investigado por la Contraloría del Distrito Federal, según informó el director del STC, Joel Ortega, el lunes pasado.

Este diario también documentó que, de acuerdo con otra denuncia interpuesta por el Metro, David Rey Nava García, presidente suplente de la Comisión Autónoma de Honor y Justicia, y Rubén García Ceballos, secretario de Patrimonio Sindical, crearon la empresa Tahankun, la cual se benefició con contratos en 2011 y 2012 por 24 millones 913 mil 746 pesos.

También denunció que a través de otra empresa Gurtmex, cercanos a Espino Arévalo se beneficiaron con contratos por un monto de 35 millones 10 mil 459 pesos en 2011 y 43 millones 763 mil 74 pesos durante el año 2012.

Fernando Espino González, hijo del dirigente del sindicato del Metro, aparece como titular de Gurtmex y como apoderado legal de Tahankun, de acuerdo con información pública disponible en la página de internet del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial. Los registros datan de finales de 2012, pero no forman parte de la denuncia que interpuso Ortega ante la Contraloría.

Detalles del oficio

Espino Arévalo envió el oficio CEN 078/13 --el pasado 13 de febrero-- al director del STC, Joel Ortega Cuevas, para denunciar a sus colaboradores por supuestos tratos vejatorios en contra de sindicalizados.

Según la denuncia, Espino Arévalo dice que de manera “reiterativa la base trabajadora del Metro, a través de su dirigencia sindical, se dirige a usted para denunciar el trato que algunos miembros de su administración han tenido para los compañeros”.

Señalan a Óscar Leopoldo Díaz González Palomas, del área de Servicios Médicos, así como a María Eréndira Costilla Arce.

Ambos, asegura Espino, consideran “que se encuentran en una empresa familiar de la que se puede disponer y actuar conforme a su voluntad, pasando por alto lo regulado por normas creadas para un mejor desempeño”.

Por ello, es que pide a Joel Ortega que dichos funcionarios “se conduzcan con respeto en el trato personal”.

Tarde de box

Ayer, Espino Arévalo dedicó la tarde a presenciar una función de box, en el deportivo del Sindicato.

Llegó minutos antes de las cinco de la tarde y fue ubicado en una fila preferencial detrás de los jueces.

Con él se hallaba Jesús Péreznegrón, secretario de Recursos Financieros del gremio y ex secretario general del Sindicato de Trabajadores del Metro.

Espino se mantuvo pendiente de las peleas. Sólo bebió agua y úinicamente se quitaba los lentes por momentos.

En la tercera pelea de la tarde cuando la joven rubia de short entallado y blusa estrecha anunció el sexto round se colocó sus anteojos, la miró e hizo un comentario a quien algunos trabajadores identificaron como una de sus secretarias. Ella sólo sonrió.

En el lugar no se permitió tomar fotografías por tratarse de un evento privado.

La función para trabajadores del Metro fue gratuita. Sólo se cobró el consumo.

El vaso de cerveza costaba 35 pesos.