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La falta de ingresos, el hacinamiento de varias familias en el interior de una misma casa y los periodos de vacaciones escolares son situaciones que generan estrés y conflicto en los hogares de los capitalino, que en muchos casos terminan con violencia y denuncias entre ellos.

La fiscal de lo Familiar de la Procuraduría capitalina, Claudia Violeta Azar Cruz, indica que son las mujeres las que más denuncian y los esposos o concubinos los más denunciados, aunque los conflictos se dan lo mismo entre hermanos que en abuelitos contra nietos.

La violencia es uno de los mayores problemas silenciosos de la sociedad, y quien la padece luego se convierte en generador, explica la funcionaria, quien cuenta con más de 15 años de experiencia en el tratamiento de este tipo de situaciones.

Es por ello que el uso de armas blancas es una situación que se observa en varios de estos casos que generan que a la fecha haya unas cinco mil denuncias en trámite, de las cuales 300 fueron iniciadas por adultos mayores.

Vasos, cuchillos e incluso armas de fuego y objetos que se tengan a la mano se convierten en medios para causar afectación física entre consanguíneos.

Es Iztapalapa la delegación que genera la mayor cantidad de denuncias, al ser una zona con casas de menor tamaño, como lo son las de las unidades habitacionales.

Atención

La Procuraduría capitalina cuenta con áreas especializadas para mujeres agredidas (Centro de Atención de Violencia Intrafamiliar, CAVI) y agencias ministeriales exclusivas para personas de la tercera edad y niños y adolescentes.

Las denuncias indican que en un 75% la violencia es sicoemocional y en el 35% de forma física.

La atención en este tipo de denuncias es especial, con personal capacitado y sensible.

“Tenemos personal especializado, certificado para tener tacto y sensibilidad, sobre todo con adultos mayores, porque la víctima viene a flor de piel, que traen una problemática de años y decidirse a ponerle un freno les significa un gran paso, porque hay quienes llevan más de 30 años con una misma problemática y para tomar esa decisión lo pensaron y deliberaron”, resalta.

También en varios casos las víctimas presentan patologías y sentimientos encontrados, al engancharse con una pareja que la daña sin tener redes de apoyo, que de forma sistemática escucha que es de lo peor “y entonces no ven otra opción que aguantar, sobre todo cuando vienen de una formación con violencia”, agrega la funcionaria

En casos en los que incluso mujeres se sienten agresoras por acusar a un esposo violento que a la vez es padre de sus hijos.

Igual sucede con padres que son despojados de su patrimonio por hijos y nietos, para quienes no piden cárcel, sino sólo que los respeten.

Época de crisis

En entrevista con EL UNIVERSAL, la funcionaria refiere que los principios de año, luego de los gastos en las festividades de Navidad, son una de las etapas en las que esa área tiene mayor demanda de servicios.

Sucede lo mismo en las vacaciones de verano, cuando hay más integrantes de la familia en la casa, conviviendo más horas de las que acostumbran.

En la Procuraduría se cuenta con áreas de conciliación —no de reconciliación, enfatiza la fiscal— para llegar a acuerdos y evitar interponer las denuncias correspondientes.