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Los daños en el segundo piso del Periférico por hundimientos y baches, son afectaciones no atendidas desde el origen de la construcción, coincidieron especialistas en arquitectura e ingeniería.

EL UNIVERSAL publicó que esta arteria, inaugurada en 2004 por el entonces jefe de gobierno Andrés Manuel López Obrador, en dirección norte a sur y viceversa existen coladeras en los carriles centrales que presentan hundimientos.

Alejandro García Lara, académico de ingeniería en el Instituto Tecnológico de Monterrey, señaló que desde el inicio de la obra no se realizaron las nivelaciones necesarias, para impedir que las coladeras formen espacios escalonados.

“Están mal niveladas, las estructuras como las coladeras, que quedaron por abajo del nivel en donde rebotan, es porque en el proceso de nivelación se tendió el asfalto y no se nivelaron las coladeras, si se nivelaran la superficie sería uniforme y no tendríamos reducciones de velocidad para cuidar que no se caiga en un hoyo, eso es de origen del proyecto”, aseveró.

Durante el proceso de construcción, hace nueve años, se debió cuidar la calidad de los materiales, cómo se prepararon y cómo llegaban al lugar de la construcción, explicó. En ese sentido, detalló que depende de los horarios en que se realice la obra, pues la noche hace que se compriman los materiales, lo cual modifica los resultados y la calidad de la superficie final.

“Este tipo de obras se hicieron en la noche y muy rápido, por lo que la calidad se pudo haber afectado por la forma de preparación por las tardes-noches y luego en el tendido, en la revisión de espesores y su compactación”, dijo.

Para el ingeniero civil, Jorge Jiménez Alcaraz, el desgaste de la carpeta asfáltica del Segundo Piso de Periférico, de San Antonio a San Jerónimo, es atribuible a deficiencias en el diseño original por el insuficiente sistema de drenaje pluvial y por la falta de mantenimiento.

El miembro del Colegio de Ingenieros Civiles recordó que cuando se edificó la obra, él había sugerido que tuviera suficiente drenaje porque si el agua se queda ahí “provoca que haya más tiempo de contacto del agua de lluvia con el asfalto” y eso no es recomendable. Además, agregó, el paso constante de vehículos causa fricción al pavimento y se deteriora sobre todo en las curvas, dijo.

El titular de la Agencia de Gestión Urbana del DF, Fernando Aboitiz, comentó que dentro de la repavimentación que tiene programada la Secretaría de Obras del Distrito Federal para el próximo año, se cuidará que no se modifiquen las pendientes para permitir que el agua corra correctamente y se reparen las coladeras.