Imaginemos un lugar a cientos de millones de kilómetros, con atmósfera, nubes, dunas, ríos y mares, hidrocarburos complejos. Un lugar, aparentemente, similar a nuestro entorno terrestre.

Se trata de Titán, una de las lunas que se encuentra en los dominios del gigante gaseoso Saturno, descubierta hace 360 años. Desde entonces, este cuerpo, más grande que Mercurio, ha llamado la atención de los estudiosos del cosmos al punto de que en las últimas décadas del siglo pasado se decidió realizar una misión para que un robot se posara sobre este remoto lugar del sistema solar.

Tras siete años de travesía, la nave Cassini pudo entrar en la órbita de Saturno y enviar a la pequeña sonda Huygens, cuyo nombre honra al descubridor de Titán. La sonda descendió durante casi 3 horas en la densa atmósfera del planeta hasta llegar a su superficie, hace una década, para descubrir un mundo de rocas y agua congelada, con temperaturas de 180 grados centígrados bajo cero.

Con una atmósfera donde predomina el nitrógeno como en la Tierra, pero que a diferencia de la nuestra, tiene cantidad de metano siguiendo un ciclo parecido al del agua en la Tierra, es decir que se evapora, forma nubes, genera lluvia, y forma extensas superficies líquidas.

Su suelo contiene gran cantidad de hidrocarburos y características similares a las de la Tierra primitiva, de allí el interés por buscar indicios de vida. En nuestro planeta la mayor parte del metano proviene de procesos biológicos y en menor medida de su actividad volcánica.

Pero en Titán no se han descubierto volcanes y el origen del metano busca ser aclarado. Uno de los problemas principales que tiene Titán para albergar vida reside en sus bajas temperaturas, pero posiblemente esto cambie en un futuro lejano.

Dentro de un par de miles de millones de años, y debido a los cambios en el Sol cuando comience a entrar en su fase terminal, la temperatura de todo el entorno del Sistema Solar aumentará unos cientos de grados, haciendo que el agua de la Tierra comience a hervir y que Titán se convierta en un 'paraíso' para la formación de formas de vida complejas.

En la actualidad, estudiando la irregularidad en la rotación de esta luna, hay indicios de que podría haber un océano de agua líquida bajo su superficie, calentada por un núcleo central. ¿Acaso existirá algún tipo de vida primitiva en esas aguas profundas? Este y otros interrogantes han hecho plantearse la idea de regresar a Titán con nuevas misiones, para seguir explorando este misterioso cuerpo, uno de los más interesantes en nuestro sistema solar.

Desafíos enormes nos esperan para poder comprender lo que sucede en esta asombrosa luna helada, que sigue teniendo el récord del lugar más alejado donde hemos logrado posar un objeto hecho por el hombre.

kal