En la Sierra Negra de Puebla, a 4,581 metros de altura se encuentra el Gran Telescopio Milimétrico (GTM), creado por el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) y la Universidad de Massachusetts Amherst (UMass Amherst), el cual dio inicio a sus operaciones, que aportarán información sobre la formación, desarrollo y muerte de estrellas y la investigación de galaxias activas, cosmología, atmósferas estelares y otros temas de astrofísica.

La tecnología que utiliza este Gran Telescopio Milimétrico consta de cámaras de 144 pixeles que pueden captar los cuerpos más fríos del universo, paneles y motores muy precisos, el espectógrafo que identifica moléculas, cámara de bolómetros, la cual recibe cantidades ínfimas de calor, así como de computadoras y máquinas potentes que trabajan con programas específicos para registrar las lecturas del GTM.

Durante una visita realizada al GTM, Alberto Carramiñana, director general del INAOE y David Hughes, director del proyecto GTM, explicaron las características y dimensiones de este proyecto, uno de los más importantes en México, así como sus alcances científicos y tecnológicos.

Ante un ambiente frío, en el recorrido por el telescopio más grande del mundo, David Hughes dijo que la Sierra Negra fue elegida para este proyecto precisamente por la altura y las condiciones en las que se encuentra: "este es uno de los puntos más altos y más secos en el mundo para construir telescopios milimétricos o submilimétricos".

El GTM se puede observar desde la población de Atzinzintla, Puebla, como una pequeña pestaña que sobresale de la cima; sin embargo, una vez en el lugar, se puede observar que es una construcción imponente de 50 metros de diámetro ubicada sobre una estructura de acero que se mueve con la precisión de la relojería suiza y con tecnología mexicana, italiana, alemana y checa.

Hughes comentó que, en este momento, el Telescopio Milimétrico trabaja con 32 metros de diámetro, ya que, esperan, esté terminado en su totalidad para finales de 2014, para así en 2015 ocupar el 100% de su capacidad de observación.

Además, durante el recorrido por las instalaciones, hablaron sobre los objetivos principales de este GTM para captar la radiación milimétrica por parte de las estrellas y cuerpos celestes más cercanos como de los más lejanos a 14 mil millones de años luz.

El proyecto se aprobó en 1994, pero se iniciaron las obras en 1999 y a casi 14 años se han invertido mil 500 millones de pesos; 85% de la inversión ha sido mexicana, con empresas como Cementos Mexicanos (Cemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), según Alberto Carramiñana.

Específicamente, de acuerdo con Carramiñana, los aportes que este proyecto ha desarrollado son: la medición de superficies con gran precisión, manufactura de fibra de carbono, el desarrollo de una máquina pulidora de grandes superficies y la construcción de prototipos de carros ecológicos de aproximadamente 50 kg que pueden recorrer grandes distancias con lo que "ya tenemos la manufactura para entrar a la industria automotriz o aeroespacial", dijo el director del INAOE.

hab