Un estudio realizado por la Escuela de Medicina de Harvard, en Estados Unidos siguió durante varios meses los patrones de sueño de 200 personas. En éste observaron que, en promedio, los hombres tienen un ritmo circadiano seis minutos más que el de las mujeres.

En la investigación, las mujeres eran dos veces más propensas que los hombres a tener un ritmo circadiano más corto (el reloj interno que regula las horas de sueño y vigilia de 24 horas y 11 minutos). Lo anterior implica que ellos tienden a quedarse dormidos más tarde, pero también a despertar después que las mujeres.

Ellas, en cambio, están predispuestas a acostarse y levantarse más temprano. "Eso puede complicar mantener el sueño al final de la noche", lo que contribuye al insomnio de las mujeres, precisa la autora del estudio, Jeanne Duffy, neuróloga del Brigham and Women's Hospital, asociado a Harvard.

"Esos seis minutos de diferencia pueden no significar mucho, pero como los factores externos, como la luz, afectan los ciclos circadianos, finalmente implicarían horas de sueño pérdidas" al pasar los días, agrega la especialista.

Para la doctora Julia Santin, neuróloga del Centro Médico del Sueño UC, el hecho de tener ritmos circadianos de más de 24 horas hace que constantemente se esté desplazando el inicio del sueño. "Esta mayor duración del ciclo permite retrasar el sueño a voluntad, pero impide adelantarlo" .

Para regular el desfase del ciclo de sueño, las personas con un reloj biológico corto deberían incrementar su exposición a la luz en la noche y eliminarla en la mañana. Los noctámbulos deben hacer lo contrario.

"Las claves ambientales son importantes; fundamentalmente la cantidad de luz a la que estamos expuestos, eso permite ir regulando el ciclo", explica la Santin.

"Hay una conexión entre el reloj biológico interno y la retina, que entrega información sobre la luz ambiente. Si usas una luz muy potente en la noche, por ejemplo, eso retrasa el sueño". De allí la recomendación de no conectarse al computador ni mirar TV antes de dormir.

Un estudio publicado este año en la revista Chronobiology International muestra que las mujeres duermen en promedio siete horas y 43 minutos cada noche, 19 minutos más que los hombres.

Además, mientras ellas demoran 9.3 minutos en quedarse dormidas, los hombres tardan 23.2 minutos en cerrar los ojos. Si bien ellas suelen sufrir más de insomnio, cuando éste no las afecta, las mujeres tienden a dormir más profundamente y despiertan menos veces durante la noche que los hombres.

Eso explicaría por qué ellas tienen más capacidad para hacer frente al insomnio.Tras cinco noches con apenas seis horas de sueño, hombres y mujeres fueron sometidos a pruebas que medían sus tiempos de reacción y velocidad, entre otras variables.

Las mediciones revelaron un fuerte deterioro en la respuesta de ambos sexos, pero las mujeres tuvieron un mejor desempeño y se recuperaron más rápido del desvelo. Pese a lo anterior, en la investigación los hombres dijeron estar más satisfechos con la cantidad y calidad de su descanso que las mujeres.

Siete horas y media, en promedio, necesita dormir un adulto. Los jóvenes, entre 6 y 9 horas; mientras que los escolares deben dormir entre 10 y 11 horas.

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