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Cada día, Alejandra Bastón, la joven mamá de Valentina, de un año y cuatro meses de edad, permanece conectada a la red unas 9 horas. Como ella, 41 por ciento de las mamás encuestadas en el Estudio de Consumo de Medios Digitales permanece en Internet entre 5 y 12 horas al día. En este sentido, ellas requieren que la web les dé la posibilidad de articular su trabajo y su vida privada.

"Utilizo mucho las redes sociales, es un medio de comunicación con el que puedo estar en contacto con mi familia -a la que a veces no veo tan seguido-, ahí pongo fotos y videos", comenta Bastón, también directora de Producto de Windows.

Afirma que desde que se convirtió en madre, se volvió fan de compartir momentos significativos: "Hice un video de Valentina, desde que nació hasta los tres meses; con fotos creé una película con música y transiciones. La tecnología  me ha ayudado a dar prioridad a mi hija, que es lo más importante,  si no existiera no podría balancear lo profesional con mi vida personal".

El mencionado estudio, publicado el pasado mes de marzo, fue realizado por la consultora Millward Brown en colaboración con IAB México y Televisa Interactive Media, y en él se explica que mientras en 2009 sólo 6 de cada 10 "mamás digitales" declaraban tener un perfil en Facebook, en 2010 ya eran 9 de cada 10. 

"No sé por qué las mujeres -particularmente en México- le teníamos tanto miedo a la tecnología, cuando es algo que nos soluciona la vida de manera natural", explica Ana Paula Blanco, directora de Comunicaciones y Relaciones Públicas de Google para el norte de América Latina.

"En mi caso, el tema de lo digital está en casa desde que era chica: recuerdo que tuvimos laptop desde 1991. Yo ya tenía correo electrónico personal  en 1992, y desde ese momento siempre hemos estado muy ligados a la tecnología.

"Para tener una idea de cómo es el tema digital en mi casa, cuando mi hijo Santiago tenía un año y medio de edad,  pidió de Navidad una ‘putadora' (computadora), y llegó por duplicado, ya que los abuelos ‘Santa Claus' no se pusieron de acuerdo".

EXPERIENCIA EN LÍNEA

En opinión de Cecilia Sabido, integrante del Grupo de Investigación de Redes Sociales Giro 360 Grados, de la Universidad Panamericana (UP), las mujeres en edades de entre 45 y 54 años actualizan de manera frecuente  sus perfiles de Twitter y Facebook, lo que refuta la idea  de que las mamás digitales son aquellas nativas tecnológicas con alrededor de una treintena de años de edad.

"Mi mamá es muy digital, incluso hace unos años hizo una maestría online en la Universidad de León, España; estudió dos años, se relacionaba con sus compañeros mediante Internet, chats, foros de discusión..., y obtuvo su maestría", expresa la ejecutiva de Google.

Cuando tiene que viajar por motivos laborales, es su madre, quien tiene alrededor de 60 años, la que la comunica vía web con su hijo:  "Hace seis meses, mientras estaba en un viaje por Argentina, me la  encontré  en el chat y la saludé, inmediatamente después puso a mi hijo frente a la cámara para que tuviéramos una videoconferencia".

Cecilia Sabido menciona que si bien en un principio el estímulo de la mujer "del hogar" o "ama de casa" en la red solía ser la comunicación, pronto se abrieron otros, ya que el ciberespacio es una plataforma fácil e intuitiva, además de práctica y útil.

"Las mujeres también utilizan Internet para encontrar redes de ayuda para recién casadas, embarazadas, madres primerizas y de víctimas de violencia; círculos de cocina, consumo inteligente y de asistencia para pacientes de diversas enfermedades y adicciones".

Así, las mujeres y madres se mantienen al tanto de la información y  abren puertas de participación y desarrollo en áreas intelectuales, laborales, afectivo-familiares y sociales, manifiesta la investigadora.

INTERACCIÓN NATURAL

¿Si una mamá utiliza diversas tecnologías, influye para que su hijo interactúe con los dispositivos   de forma natural? Santiago, el hijo  de Ana Paula Blanco, ya es capaz de utilizar muy bien su reproductor musical.

"La tecnología es básica para su educación;  en la tableta y el teléfono él bajó sus propias aplicaciones, sabe manejar perfectamente su iPod y en sus cinco años de vida ha tenido cuatro computadoras".

En Internet, añade, el pequeño accede a la biblioteca más grande del mundo, donde encuentra nuevas culturas.

"También en varias ocasiones  me llevo el trabajo a la casa, entonces  nos ponemos en un escritorio los dos, y mientras yo trabajo él hace pintura, música o lectura en su propia computadora".

Bastón manifiesta, no sin sorpresa, que es impresionante ver cómo los niños adoptan la tecnología. "Como mi hija me ve todo el día en la PC, es el ‘juguete' que más le llama la atención; ya identifica íconos y botones cuando chateo con mi hermana en Messenger. Creo que a su corta edad Valentina ya inició su vida tecnológica".

Como ellas, diversas mujeres de diferentes edades alrededor del mundo pertenecen a la generación de madres que usan la tecnología para lograr desarrollar más habilidades en sus hijos.

"El secreto es aprovecharla   para priorizar y lograr un balance de vida adecuado", concluye Bastón.

eca