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Hace poco más de 5 años, el 13 de marzo de 2006, Jack Dorsey y Biz Stone comenzaron a programar una plataforma de microblogging que permitiría enviar y recibir mensajes cortos, con una extensión de máximo 140 caracteres. Como ha ocurrido con no pocas de las innovaciones que han transformado profundamente los hábitos culturales de las personas, Twitter partió de una modesta necesidad: mejorar las comunicaciones internas de los empleados de la firma Obvious, una pequeña start-up ubicada en San Francisco, California, en la cual ambos laboraban.

A las 12 horas con 50 minutos del 21 de marzo de 2006, Jack Dorsey envió el primer tweet: "Sólo ajustando mi twttr". Minutos después envió un segundo mensaje a sus compañeros de trabajo, el cual es considerado oficialmente como el primer tweet: "Invitar a compañeros de trabajo".

El título del proyecto original que gestó Twitter fue Stat.Us. Además fue considerado el nombre twttr, inspirado en Flickr.

En realidad, el nombre Twitter fue sugerido por Noah Glass y se desprende de la definición que ofrece el diccionario Oxford: un nuevo brote, no secuencial de información, el piar de las aves. La plataforma asumió las útiles funciones de información que realizan las palomas mensajeras.

El servicio de microblogging fue dado a conocer al público, en octubre de 2006, e inmediatamente ganó aceptación entre los usuarios, quienes al "apropiarse" de él, transformaron la red social en una red de información, de la cual se deriva un interesante ambiente mediático (McLuhan): la twittosfera.

En este espacio cobra significado el imaginario de la "sociedad de la ubicuidad" (Nakamura). Es el territorio idóneo para los prosumidores que generosamente comparten toda aquella información que consideran relevante para compartirla en el imaginario de una avanzada red pública de información.

Un intenso prosumismo distingue a los usuarios de Twitter y las cifras resultan contundentes: más de 140 millones de tweets al día; es decir, 100 mil millones de tweets cada 8 días.

A esta red le tomó 3 años, 2 meses y 1 día alcanzar los primeros 100 mil millones de tweets, y 18 meses llegar a las primeras 500 mil cuentas (actualmente se genera la misma cantidad en un día).

En el imaginario de la atmósfera de Twitter, las comunicaciones móviles son determinantes. La twittosfera es el ambiente comunicativo idóneo para prosumidores en movimiento.

Los dispositivos digitales multiplican las posibilidades expresivas de nómadas digitales que descubren nuevas posibilidades y funciones, extendiendo esta galaxia.

En ella subyace una ecología cultural profunda. Los paisajes cotidianos que consigna el video con el cual Twitter conmemoró su quinto aniversario, sencillamente confirman cuan indispensable se ha vuelto para muchos de nosotros.

La amigabilidad de este ambiente permite discutir asuntos de interés público, compartir información que se considera relevante, ensayar nuevas formas de socialización, asumir útiles funciones de vinculación y enlace ciudadano en situaciones de crisis -como la terrible situación que enfrenta el pueblo japonés-, y practicar entusiastas formas de solidaridad comunitaria.

Es posible ubicar en la twittosfera las bases de una opinión pública alternativa. Posiblemente en un futuro inmediato, en la twittosfera podrían incubarse organizaciones de ciudadanos que anticipen la obsolescencia de los partidos políticos vigentes.

Si la calidad de una democracia en gran medida se determina por la capacidad ciudadana de conocer y poder participar en el imaginario de lo público, como atinadamente destacó Noam Chomsky, la twittosfera debe ser reconocida como uno de los ambientes mediáticos idóneos para el desarrollo de la emergente democracia digital.

Twitter aún no dispone de un modelo financiero que la convierta en un negocio sumamente rentable. No obstante, se ha convertido en un ambiente mediático indispensable para quienes con base en sus necesidades expresivas hoy tejen la sociedad red.