Ese sueño no dejaba en paz a Brenda Ferrimani. Todas las noches, en su sueño, Ferrimani volaba. Al principio era algo estimulante y maravilloso, pero después aparecían unas manos; cuerpos debajo de ella saltaban, tratando de agarrar sus tobillos.

Estas manos querían "sacarla" del cielo e incluso matarla. Con la esperanza de detener- o al menos entender- esta pesadilla recurrente, la mujer de Longmont, Colorado, comenzó a buscar por cuenta propia el significado de su sueño.

Después se unió a un grupo de análisis de sueños. Ahí conoció el poder curativo de éstos. Ferrimani y otros analistas de los sueños piensan que éstos no son una casualidad y están convencidos de que todos -incluso las pesadillas- están al servicio de nuestra salud y del proceso de "completarnos" y aseguran que ponerles atención nos puede ayudar a sanar y crecer.

Ferrimani piensa que la raíz de nuestras privaciones y contratiempos- así como de la paz y la claridad- está dentro de nosotros, de donde provienen los sueños. Algunas personas creen que analizar los sueños en grupo puede ser mejor que una terapia.

Mike Tappan, originario de Denver, soñaba regularmente que estaba siguiendo a Indiana Jones en una arriesgada aventura llena de descubrimientos. Cuando Tappan comenzó a analizar el sueño, éste se esfumó. Sin embargo, transformó su vida.

Tappan piensa que fue así porque el simple hecho de "meterse" en su psique- acción simbolizada en las excavaciones arqueológicas que aparecían en el sueño- le dio vida a sus deseos subconscientes. Él dice que sus sueños de Indiana Jones lo llevaron a profundizar más en su ser.

Tappan terminó viviendo con indígenas de los Andes ecuatorianos, del Amazonas, del sur de Siberia y de África occidental.

"Los sueños nos permiten saber qué tipo de cosas nos bloquean, la dirección que queremos tomar", indica. "Si realmente escuchamos nuestros sueños, podemos sanarnos y ser sanadores del mundo".

Traer imágenes subconscientes al mundo tangible nos ofrece otra perspectiva y con frecuencia nos permite tener claridad y experimentar una transformación, señala Tappan.

Brenda Ferrimani dice estar contenta de haber escuchado su sueño recurrente e incluso de haber dado un paso más adelante. Como diseñadora gráfica, Ferrimani, comenzó a pintar sus sueños. "El efecto que tuvo en mí fue sorprendente, fue como entrar en ese mundo", dice. "Algunas cosas representadas en los símbolos que fui creando, se activaron en mi vida diaria. Comencé a vivir el sueño que estaba pintando. Es mágico".

Luego de 10 años y 14 pinturas, Ferrimani tiene su propio estudio y un importante premio por una de sus pinturas. Ahora se da cuenta de que las manos que la estaban tratando de sacar del cielo simbolizaban las ideas impuestas por la sociedad sobre lo que está bien o mal y su miedo a ser juzgada.

También se dio cuenta de que esas manos eran una parte de ella; provenían de su propia cabeza, lo cual significó que tenía el poder de deshacerse de ellas y volar libremente. (Traducción: Gabriela Cornejo)