Cintura de avispa después del embarazo
Dar a luz y a la semana, o antes, recuperar la figura, sí se puede; fue el caso de Heidi Klum (quien nuevamente espera bebé), pero implica riesgos como descompensaciones metabólicas, cardiacas, nerviosas, del sistema inmunológico o del ritmo de la respiraciónLa sugestiva y glamourosa lencería de Victoria´s Secret dejaba casi al descubierto la espectacular figura de Heidi Klum en octubre de 2005, durante la pasarela anual de la firma. El hecho no era como para sorprender al público, puesto que Heidi es una de las top models de cuerpo más perfecto... Pero lo que asombraba a los enterados del asunto es que la modelo alemana había dado a luz a su segundo hijo ¡apenas unos días atrás! Parecía como si Heidi hubiera eliminado, por arte de magia, los kilos de más que le había dejado su segundo embarazo. Además, lucía radiante, y no con esas ojeras típicas de las nuevas mamás. Un caso similar fue el de Letizia Ortiz Rocasolano, la esposa del príncipe Felipe de Asturias, quien al salir del hospital cargando en brazos a la recién nacida infanta Leonor, se veía tan delgada que parecía como si nunca hubiera estado embarazada. Antes de que la envidia las corroa, si es que a ustedes el embarazo las dejó "llenitas" o desdibujó su cintura, valdría la pena preguntarse si es normal que una mujer que acaba de dar a luz pierda peso tan rápidamente, sin consecuencias médicas. En otras palabras, sí, en el organismo hay repercusiones cuando se le fuerza a adelgazar de manera tan brusca. María Teresa Lass Bernal, licenciada en nutrición y directora de la clínica Lass, Procesos para la Nutrición Perfecta, asegura que bajar de peso "de un día para otro" puede ocasionar descompensaciones metabólicas, cardiacas, nerviosas, del sistema inmunológico o del ritmo de la respiración y además, disparar la diabetes, el hipercolesterol, la hipertensión o enfermedades gástricas, por ejemplo. En el aspecto estético, cuando la disminución de medidas es acelerada, la piel no tiene oportunidad de contraerse y se corre otro riesgo: la flacidez.



