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Guerra contra la obesidad infantil

El sedentarismo en los niños puede ser frenado si se les incita a realizar actividades físicas que sean divertidas y motivantes
Martes 28 de marzo de 2006 El Universal17:10

La obesidad es un problema de salud en todo el mundo y al aumentar su incidencia, entre niños y jóvenes, adquiere características de una bomba de tiempo, pues con el paso de los años crece la amenaza para las personas que sufren por el sobrepeso.

El doctor Oded Bar-Or, de la McMaster University de Ontario (Canadá), explica que el aumento de casos de obesidad es algo que sucede no sólo en los países desarrollados como Estados Unidos, Canadá y Europa Occidental, sino también en regiones como América Latina, Sureste de Asia y África, "donde los niños tradicionalmente han sufrido de desnutrición".

En el aumento de peso, el especialista ve factores claves como son la disminución en la actividad física y un mayor espacio dedicado a pasatiempos sedentarios, entre los que se encuentran ver televisión y jugar en la computadora.

Es mucho más probable que sufran sobrepeso aquellos que ven televisión más de cinco horas por día que quienes se pasan menos de una hora frente a la pantalla, sostiene.

Llama la atención sobre la necesidad de frenar lo que muchos expertos llaman "epidemia mundial" de la gordura.

Dice que el incremento en la actividad física es una cuestión importante en el tratamiento de niños y jóvenes obesos, pero no es un objetivo que se alcance con facilidad.

Bar-Or, en un trabajo especial para el Gatorade Sports Sciencie Institute, dice que "es importante conocer la razón por la cual un niño opta por ser sedentario, para determinar cómo es mejor ayudarlo a ser más activo. Los profesionales de la salud y educadores deben incluir un análisis de las actividades habituales del menor y de las barreras que debe vencer para tener un estilo de vida más activo".

Cuestión de metas

El especialista sostiene que "un programa ideal para los niños y jóvenes obesos incluye cambios nutricionales, aumento de la actividad física y modificación de las conductas del paciente y de los padres". Pues, afirma, las investigaciones han mostrado que el incremento en la actividad física, en sí mismo, puede producir varios beneficios.

Mantener el cuerpo en movimiento, apunta, ayuda a controlar el peso, baja la grasa corporal total y la que se encuentra alrededor de los órganos abdominales (lo cual reduce el riesgo de enfermedad coronaria), disminuye la presión arterial alta, lo mismo que el riesgo de padecer diabetes tipo dos.

El ejercicio mejora la condición física y con ello la autoestima. Para lograr algunos o todos estos beneficios, los programas deben mantenerse, pues al detener alguno de ellos, muchos de los beneficios desaparecerán en semanas.

De acuerdo con Bar-Or, las actividades deben ser divertidas, sin olvidar que mientras los adultos pueden optar por aumentar su nivel de actividad física porque el "ejercicio es saludable", los niños necesitan otras motivaciones para llegar a ser y mantenerse activos, principalmente las que producen una gratificación inmediata.

"Si los niños participan en actividades que ellos no perciben como agradables, es poco probable que las mantengan. Por lo tanto, se debe identificar aquellas que disfrutan y las que considera aburridas o rutinarias. Este proceso de selección puede involucrar un periodo de intento y error hasta que se identifiquen las actividades favoritas", agrega.

El ejercicio debe incluir desplazamientos del cuerpo entero sobre una distancia considerable, con el objeto de "quemar" calorías. Aunque al caminar y trotar se puede lograr esto, ambas actividades son consideradas aburridas por muchos niños y jóvenes. Las alternativas favoritas incluyen danza, basquetbol, patinaje y ciclismo, que tienen un elemento divertido.

Es benéfico un poco de fuerza, lo cual ayuda a incrementar la masa libre de grasa, la fuerza muscular, y aún más importante, la autoestima del niño y la sensación de logro. La ventaja de este tipo de entrenamiento es que se puede percibir un aumento en la potencia en un tiempo muy corto (una o dos semanas), lo cual es un motivador importante.

La cuestión que no puede pasar desapercibida es el trabajo en los puntos de fortaleza del niño obeso, que generalmente son altos y fuertes. Como resultado, pueden ser exitosos en actividades que requieran altura y fuerza, como son basquetbol y futbol americano, e incluso lanzamiento de bala y disco.

Por último, no olvide que lo mejor es consultar al médico de cabecera o al pediatra, que conoce como nadie lo mejor para el niño.



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